El proyecto de Ley HR 5404, que se debatirá en el Congreso de los Estados Unidos, contempla entre sus artículos el establecimiento de una cantidad fija de oro como cambio del dólar, una medida que, según sus partidarios, va a contribuir a estabilizar el sistema monetario estadounidense, a la vez que protege a los ahorradores, inversores y trabajadores de los efectos de la inflación.
Como ya señaló Oroinformación el pasado 27 de marzo, el congresista republicano por Virginia Occidental Alex X. Mooney quiere llevar de nuevo al Congreso estadounidense el debate sobre el posible restablecimiento del patrón oro.
Como señala Alex Newman en The New American, si esta nueva iniciativa para reimplantar el patrón oro en los Estados Unidos sale adelante, serviría para restringir la capacidad de la Reserva Federal para confiscar la riqueza de los ciudadanos y manipular la economía mediante la expansión del suministro de dinero.
De hecho, la idea de una vuelta al patrón oro estuvo presente durante la campaña electoral de Donald Trump y el propio presidente se mostró partidario, aunque los análisis más realistas apuntan a que es complicado que salga adelante.
Según el proyecto de ley HR 5404, se ordenaría a la Secretaría del Tesoro que definiera la moneda estadounidense como una cantidad fija de oro, basada en el precio del metal a cierre del mercado del día en que se cumplan los dos años y medio desde la entrada en vigor de la ley.
También se ordenaría a la Reserva Federal que imprimiera billetes de dólares canjeables por oro, al precio fijado por la ley, que pudieran utilizarse como medio de pago.
En esos dos años y medio que transcurrirán entre la entrada en vigor de la ley y el momento en que los dólares comiencen a ser canjeables por oro, el Gobierno estadounidense tendrá la obligación de revelar sus reservas reales de oro, así como comunicar las compras y ventas de metal, para permitir al mercado que alcance una paridad dólar-oro de forma ordenada.
El objetivo de ese periodo de dos años y medio es asegurarse de que se produce una transición tranquila y sin sobresaltos hacia un sistema monetario honesto. Bajo la nueva ley, la Reserva Federal seguiría existiendo, aunque en vez de establecer el suministro de dinero, se encargaría simplemente de administrarlo.
El proyecto de ley contiene algunos datos interesantes, como que el dólar ha perdido nada menos que un 96% de su poder adquisitivo desde la creación de la Reserva Federal, en 1913. Un dato devastador para una institución que se creó para mantener la estabilidad en los precios. Solo desde el año 2000, el dólar ha perdido casi la tercera parte de su poder adquisitivo.
El texto explica también que, incluso cumpliéndose el objetivo de la Reserva Federal de un 2% de inflación, el dólar pierde la mitad de su poder adquisitivo en cada generación: “las familias americanas necesitan una estabilidad de los precios a largo plazo para cumplir sus límites de gastos, ahorrar dinero y planear su jubilación. La política de la Reserva Federal de incrementar el flujo monetario sin que existe demanda ha provocado un enriquecimiento de los propietarios de activos financieros, pero ha puesto en riesgo los trabajos, salarios y ahorros de las clases trabajadoras”.
Como alternativa, desde el proyecto de ley impulsado por el congresista Alex X. Mooney se señala que “la economía americana necesita un dólar estable, tipos de cambio fijos y un flujo monetario controlado por el mercado, no por el Gobierno. El patrón oro deja el control del flujo monetario en manos del mercado en vez de en la Reserva Federal. Restaurar la prosperidad de la clase media americana requiere cambios en la política monetaria, autorizados en la Constitución”.
Aunque el proyecto de ley no contempla la abolición de la Reserva Federal (algo que sí han propuesto desde el Movimiento Libertario, representado por el ex candidato a la Casa Blanca Ron Paul), sí serviría para controlar sus excesivos poderes sobre la economía.
En palabras de Mooney, “la vuelta al patrón oro es una forma de que el presidente Trump cumpla su promesa de devolver la prosperidad a la clase trabajadora americana”.
De hecho, el propio presidente Trump se ha mostrado partidario de un dólar respaldado por oro: “volver a implantar el patrón oro sería algo muy complicado, pero sería maravilloso, porque volveríamos a tener una referencia sobre la que basar nuestra moneda”, señaló en 2016, durante la campaña electoral.