La plata es el metal precioso protagonista de la exposición «La casa indiana: Platería doméstica y artes decorativas en La Laguna», que se expone hasta el próximo 17 de diciembre en la Casa de los Capitales de San Cristóbal de La Laguna, en Santa Cruz de Tenerife (Canarias).
Más de 130 objetos de plata de gran valor histórico y artístico -relacionados con ajuares, mobiliario doméstico, imaginería y joyas- se exhiben en esta muestra, cuyo objetivo principal es ilustrar los vínculos históricos, humanos y culturales de Canarias con América.
Esta exposición se incluye en los actos de celebración del VI Congreso Internacional sobre La Plata en Iberoamérica y de los actos conmemorativos del décimo octavo aniversario de la inscripción del conjunto histórico de La Laguna como Patrimonio Mundial de la Unesco.
De entre todas las piezas expuestas destaca la concha de la Casa de Nava de La Laguna -actualmente propiedad de la comunidad de monjas de clausura de Santa Catalina de Siena- que data de 1700, una obra única en su género tallada en la Nueva España. Esta venera destaca por su gran tamaño y su decoración basada en motivos propios de siglo XVII: un borde formado por una orla de conchas menores; la zona del asa abierta en escotadura y con decoración de peces en movimiento de aspecto monstruoso y fauces; en las valvas destacan los motivos con forma de espejos elípticos y rombos de lados cóncavos.
El alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, ha destacado que esta muestra ilustra la posición de Canarias como eje estratégico en las comunicaciones y relaciones con el continente americano y con las Indias orientales a través del comercio.
Las Islas Canarias atesoran -recordemos que eran escala obligada en la ruta oceánica hacia las Indias- «el que seguramente constituye el conjunto más importante de platería americana existente fuera del Nuevo Mundo, testimonio vivo de la historia y cultura entre Europa y América y punto de contacto entre dos mundos«, afirmó Díaz.
En la exposición destacan las piezas de vajilla de plata, realizadas con este metal precioso en tierras americanas por su abundancia y la escasez de loza. Platos, fuentes, saleros o jarras fueron concebidos como objetos funcionales a la vez que decorativos, pero además eran una forma de atesorar capitales y eludir impuestos fiscales. Al fin y al cabo eran plata labrada, que podría ser vendida así o fundida en caso de necesidad.
Mobiliario, objetos de aseo, imaginería religiosa y joyas realizadas también en plata destacan en una muestra en la que también podemos encontrar otros tesoros realizados en diversos materiales, como la batea de la casa del marqués de Villafuerte, una de las más antiguas y escasas creaciones que han sobrevivido del maque o lacas mexicanas de Michoacán. Esta batea está decorada con escenas de navegaciones y descubrimientos de paraísos ignotos y mares desconocidos.