La compañía minera sudafricana Sibanye ha dado un golpe de timón estratégico y, de ser uno de los 10 mayores productores mundiales de oro, ha pasado en apenas 15 meses a convertirse en el tercer productor mundial de platino, amenazando con ascender al segundo puesto.
En un artículo firmado por el analista de minería de Thomson Reuters-GFMS, Dante Aranda, en el número 88 de la revista Alchemist, editada por la London Bullion Market Association (LBMA), se explica la estrategia de una compañía que en poco más de un año ha dado un giro de 180 grados para convertirse en uno de los actores principales del sector del platino.
En 2016, la dirección de la minera de oro Sibanye apostó por entrar en el negocio de los metales del grupo de platino. Las razones que les impulsaron a este cambio estratégico fueron cuatro:
1. Las grandes similitudes operativas con la minería de oro.
2. Los sólidos fundamentos a largo plazo de los metales del grupo del platino.
3. La posibilidad de aprovechar el modelo operativo de la compañía y la competitividad de la mano de obra intensiva de la minería sudafricana.
4. La oportunidad de mejorar sus flujos de caja y alcanzar sustanciosos dividendos.
El primer paso en esta nueva estrategia fue la compra de Aquarius Platinum, en marzo de 2016. Pocos meses después, en noviembre, adquirían a Amplet las explotaciones de Rustenburg y, en mayo de 2017, se hacían con la mayor minera de platino de Estados Unidos, Stillwater Mining.
En apenas 15 meses, Sibanye se había convertido en el tercer mayor productor de platino, con 1,1 millones de onzas en los nueve primeros meses de 2017.
El último paso corporativo dado por Sibanye se anunció a los accionistas en diciembre pasado: la adquisición de la compañía minera de platino Lonmin por 382 millones de dólares. Una operación muy ventajosa, teniendo en cuenta que Lonmin había invertido alrededor de 362 millones de dólares en sus explotaciones durante los dos últimos años.
La estrategia que va a seguir Sibanye con todas estas adquisiciones pasa por reducir los elevados costes de explotación que tienen estas compañías y que ha hecho elevarse los costes en efectivo (cash costs) de Sibanye desde los 296,3 millones de dólares del cuarto trimestre de 2015 a los 670 millones del tercer trimestre de 2017.
Además, la compañía va a acometer la revisión de sus explotaciones mineras, lo que podría comprometer el futuro de hasta 12.600 puestos de trabajo, lo que seguro le va a traer complicaciones entre las comunidades de la región productora de platino.
Anteriores protestas de estas comunidades en el segundo trimestre de 2017 le costaron a Sibanye dejar de extraer 59.000 toneladas de mineral y 10.000 onzas de platino.