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A río revuelto, ganancia de Royal Mint

Dice el refrán castellano que “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Un proverbio que puede ser aplicado, en la situación política y económica actual, al oro. En efecto, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos ha añadido un nuevo factor de inestabilidad a la coyuntura político-económica mundial, que ya se estaba viendo sacudida por cuestiones como la negociación Reino Unido-UE para el Brexit o la incertidumbre sobre el futuro político de varios países europeos que celebran elecciones en este año, y en los cuales se cierne la sombra de la amenaza del crecimiento de los partidos de ultraderecha.

Todo ello configura un escenario que preocupa a los inversores, que acaban confiando en los “clásicos”: los metales preciosos. Ya hemos informado en ese medio del aumento de ventas de bullion registrado por la Perth Mint australiana, y ahora la Royal Mint británica confirma esta tendencia de los inversores a adquirir monedas y lingotes de oro y plata, un valor refugio que siempre mantiene su poder adquisitivo.

Según informa Reuters, la Royal Mint británica, una de las cecas más antiguas del mundo, con más de un milenio de historia, está trabajando a toda máquina en su sede de Llantrisant (País de Gales), para acuñar y fabricar un 50% más de monedas y lingotes de oro que en 2016. De momento, como señala su director de bullion, Chris Howard, a Reuters, las ventas durante el mes de enero de 2017 se han incrementado en un tercio con respecto al mismo mes del año pasado. Sin duda, el Brexit comienza a dejar sentir sus efectos.

Y es que, paradójicamente, el negocio principal de las casas de la moneda, que es la acuñación de la moneda de curso legal, está en pleno declive, en una sociedad que camina hacia las transacciones electrónicas y la eliminación del dinero en efectivo. Por ese motivo, la acuñación de monedas de oro y la fabricación de lingotes caminan hacia convertirse en el nuevo centro del negocio.

En concreto, esta línea de negocio de la Royal Mint representaba un porcentaje casi inapreciable en el negocio global de la compañía en 2012. El año pasado, representó casi la cuarta parte de su negocio. Y la cifra va en aumento. Las monedas de plata, por ejemplo, se vendían en cajas en estos últimos años; ahora se venden en palés

A pesar de su larga tradición, la Royal Mint se encuentra comparativamente muy por debajo de otras casas de la moneda mundiales: el año pasado vendió un total de 237.000 onzas de oro, mientras que la US Mint alcanzó los 1,2 millones de onzas de oro en monedas con sus Eagles y sus Buffalos; la Münze Österreich austriaca vendió 534.000 onzas de oro de sus Filarmónicas; y la Perth Mint, 520.000 onzas.

Aun así, el negocio de bullion creció en dos tercios el año pasado, tanto en ingresos como en beneficios. Y para el presente 2017 se espera que continúe este crecimiento, con la expansión en mercados como el estadounidense o el alemán. En el mercado alemán, por ejemplo, las ventas se duplicaron el año pasado, mientras que en el propio mercado británico crecieron un 25%. Y las expectativas aún son más importantes respecto al futuro en el mercado asiático, donde se encuentran los dos mayores compradores de oro del mundo: China y la India.

Alrededor del 30% de sus ventas de bullion se realizan por Internet, principalmente Britannias, Soberanos y lingotes de entre un gramo y un kilo. El 70% restante se vende a mayoristas.

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