El Gobierno de Nicolás Maduro ha estado utilizando las reservas de oro del Banco Central de Venezuela para obtener liquidez con la que hacer frente a la grave crisis económica que asola al país. Los últimos datos publicado por este organismo revelan que sus reservas de oro han caído hasta las 86 toneladas, que es la cifra más baja que han registrado en el último medio siglo.
Las reservas del Banco Central de Venezuela se han reducido en 12 toneladas en el último semestre, hasta alcanzar su cifra más baja de los últimos 50 años, según figura en las cuentas financieras de 2020 publicadas por la entidad.
El desplome de la producción y el precio del petróleo, que ha sido la principal fuente de ingresos de Venezuela durante décadas, junto a las sanciones impuestas por los Estados Unidos, han obligado al Gobierno de Nicolás Maduro a utilizar las ventas de oro como fuente de ingresos.
Durante el ejercicio de 2020, las reservas del Banco Central de Venezuela se redujeron en 19 toneladas, 12 de ellas en el segundo semestre, cuando se aceleraron las ventas.
El total acumulado, a día de hoy, es de 86 toneladas, cifra que, según el propio BCV, es la más baja del último medio siglo, aunque no se ha facilitado información sobre el destino del oro liquidado.
Curiosamente, en el último listado mensual publicado por el Consejo Mundial del Oro con las reservas de metal precioso de cada país, Venezuela sigue figurando en el puesto 27, con 161,2 toneladas, una cifra que no se ha modificado desde hace muchos meses.
Las cifras de este listado, publicadas a principios de febrero, reflejan la situación de las reservas de los bancos centrales dos meses atrás, es decir, a cierre de 2020. Sin embargo, hay que advertir que los datos con que se elabora el mismo proceden de los que los propios bancos centrales comunican al Fondo Monetario Internacional.
Éste no tiene capacidad para realizar una auditoría sobre las reservas de oro de los países, por lo que la cifra comunicada puede distar mucho de la realidad, como sucede con Venezuela, que ha confirmado tener 86 toneladas, cuando al FMI le ha comunicado que tenía 161,2.
El valor de esas 86 toneladas, a cierre del pasado mes de diciembre, era de cerca de 5.100 millones de dólares, 60 millones más que en junio de 2020, como resultado de la subida del precio del metal.
En diciembre de 2019, el BCV reconocía tener unas reservas de 105 toneladas, según los datos oficiales; en aquellas fechas, los listados del Consejo Mundial del Oro también recogían que el país contaba con unas reservas de 161,2 toneladas.
Durante décadas, las reservas de oro de Venezuela han superado la cifra de 300 toneladas. Pero desde 2015, ante el agravamiento de la situación económica, el Gobierno comenzó a utilizarlas para conseguir liquidez o como garantía para la obtención de préstamos en el mercado internacional.