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Acusan a otro antiguo ejecutivo de JPMorgan de manipulación del mercado de metales preciosos

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El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha acusado a otro antiguo ejecutivo del banco de inversión JPMorgan Chase de formar parte de una organización criminal dedicada a manipular los precios de los mercados de metales preciosos entre 2008 y 2016.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos prosigue su operación contra la manipulación de los mercados de metales preciosos, en el curso de la cual se ha acusado ya a media docena de antiguos ejecutivos y traders del banco de inversión JPMorgan Chase y a otros dos de Deutsche Bank.

Según la información facilitada por el propio Departamento de Justicia, la acusación contra Jeffrey Ruffo, antiguo ejecutivo de JPMorgan, es el resultado de una investigación en curso. El ex ejecutivo del banco de inversión estadounidense ha sido acusado de varios delitos, entre los que se encuentra el de conspiración para cometer fraude electrónico. Se trata del sexto acusado de manipulación vinculado a la oficina de trading de metales preciosos de la firma estadounidense.

El de Jeffrey Ruffo es un nuevo caso relacionado con el llamado ‘spoofing’, una práctica prohibida en los mercados que consiste en la emisión de órdenes falsas de compra o venta, que no tienen intención de ejecutarse y cuyo objetivo es hacer reaccionar al resto de participantes, creando una impresión falsa de aumento o caída de la demanda y modificando el precio.

Tanto el Departamento de Justicia como la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), el organismo que vela por la seguridad en los mercados de futuros, se han dedicado en los últimos años a combatir este delito en los mercados estadounidenses, que ha proliferado desde comienzos del siglo XXI.

Según la acusación, Ruffo trabajó como vendedor en el departamento de inversión de hedge funds en metales preciosos de JPMorgan, entre los años 2008 y 2017. Durante su actividad en ese departamento, Ruffo animó a traders de JPMorgan a emitir esas órdenes falsas para manipular los precios y así favorecer a sus clientes.

La acusación también sostiene que tanto Ruffo como sus antiguos colegas defraudaron a los propios clientes de JPMorgan que habían invertido en opciones de barrera (unas opciones cuya remuneración al cliente depende de que el activo subyacente haya alcanzado un determinado precio), al impulsar los precios a niveles que beneficiaban al banco.

La imputación a alguno de estos traders del delito de formar parte de una organización criminal (‘racketeering’, en inglés), ha sido considerada excesiva por las defensas de los acusados, ya que es un delito que se suele aplicar en casos de crimen organizado, no en casos de delitos económicos.

En cualquier caso, ello demuestra el celo con que la Justicia estadounidense está persiguiendo este tipo de delitos que amenazan la credibilidad del mercado de metales preciosos.

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