Un grupo de expertos cazatesoros estadounidenses ha acusado al Federal Bureau of Investigation (FBI) de desenterrar y confiscar un tesoro formado por lingotes de oro que este grupo había localizado en un bosque del estado de Pensilvania. Se trata de un cargamento que fue trasladado poco antes de la Batalla de Gettysburg (1863), durante la Guerra de Secesión, desde Virginia Occidental a la ceca de Filadelfia, con el que se pretendía pagar a los soldados del Ejército de la Unión.
Como publicábamos hace unos meses en Oroinformación, el FBI estaba investigando un bosque situado en el condado de Elk (Pensilvania), en busca de un supuesto tesoro formado por lingotes de oro que el Ejército de la Unión trasladaba desde Virginia Occidental a Filadelfia en 1863, en plena Guerra de Secesión.
La intervención de la agencia federal de investigación criminal se produjo después de que un grupo de cazatesoros hubiese encontrado algunas pistas que revelaban que en esa zona habían acampado los soldados que custodiaban el cargamento de oro, e incluso localizase el lugar donde éste se encontraba enterrado.
Según explicó a la agencia Associated Press Kem Parada, uno de los fundadores de la organización de cazatesoros Finders Keepers, “habíamos encontrado algo de valor en esta zona, probablemente metales preciosos. Fuera lo que fuera, ya no está, se lo han llevado. Y queremos llegar hasta el fondo y saber qué ha pasado con lo que estaba enterrado aquí”.
Finders Keepers es una organización que se dedica a localizar tesoros y restos arqueológicos en territorio estadounidense, siempre en colaboración con las autoridades federales y locales. Sin embargo, en esta ocasión han denunciado que el FBI se ha extralimitado en sus funciones.
El grupo ha presentado un requerimiento, invocando la ley de transparencia y libertad de información y solicitando la documentación al FBI y al Departamento de Estado.
Al parecer, el pasado mes de marzo, miembros de Finders Keepers y agentes del FBI registraron un bosque cercano a la localidad de Dents Run, a unos 200 kilómetros al nordeste de Pittsburgh (Pensilvania), en busca de un cargamento de lingotes de oro perdido hace 155 años.
Los fundadores del grupo de cazatesoros, Dennis y Kem Parada, estaban seguros de haber localizado el lugar donde estaba enterrado el tesoro, pero los agentes del FBI les obligaron a guardar el secreto.
El grupo había localizado restos de un campamento: cartuchos de bala, trampas para cazar animales, latas, huesos, una botella de whisky, restos de una hoguera y otros objetos que fueron confiscados por el FBI.
Después de que un tribual autorizara al grupo a proseguir las excavaciones, agentes del FBI les condujeron al lugar, donde se había excavado una fosa que estaba vacía. De los supuestos lingotes que formaban el tesoro no quedaba rastro alguno. “Nos tomaban por tontos”, aseguró el fundador de Finders Keepers.
Desde la organización creen que el FBI está ocultando información sobre lo que hicieron en la zona, ya que los detectores que utilizaron los cazatesoros habían mostrado signos de que en el lugar había metales preciosos.
Los agentes les impidieron presenciar las excavaciones y les aseguraron que solo habían estado un día, a pesar de que algunos vecinos aseguraron que siguieron trabajando por la noche y al día siguiente.
La teoría de los miembros de Finders Keepers es que los agentes del FBI les alejaron de la zona para excavar en el punto que habían localizado, extrajeron todo el oro y se lo llevaron para ocultarlo, antes de conducirles al lugar de las excavaciones, que ya estaba vacío.
Como señala Parada, “solo se puede desenterrar el oro una vez, es un momento histórico. Y nos lo han arrebatado, no entiendo a qué juegan con nosotros”.
El cargamento constaba de entre 26 y 52 lingotes de oro (según quién cuente la historia), de 739 onzas cada uno (unos 23 kilos), que a precios actuales podría haber superado los 50 millones de dólares. Su rastro se perdió poco antes de la Batalla de Gettysburgh, que se libró en esta ciudad de Pensilvania en 1863.
Desde el grupo de cazatesoros aseguran que quieren llegar hasta el final de esta historia y exigen que el FBI revele el paradero del oro. (Foto: WJAC)