Alaska está pendiente de saber si Donald Trump va a cumplir una de sus promesas electorales y autorizar la apertura de una prospección de cobre y oro en este estado, que lleva casi tres años congelada por una normativa medioambiental de protección de la mayor reserva mundial de salmones rojos.
La autorización fue solicitada por la compañía minera canadiense Northern Dinasty Minerals Ltd, cuyo CEO y presidente, Ronald Thiessen, ha afirmado que la Agencia Estadounidense de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) anunciará en el primer trimestre del año entrante que permitirá que el procedimiento de solicitud de este proyecto siga adelante. La compañía minera mantuvo una reunión con el equipo de transición de Trump para sondear sus intenciones a este respecto. En esta reunión se encontraba Myron Ebell, quien va a liderar el equipo de transición en la EPA.
Northern Dinasty es la propietaria del enorme depósito de Pebble, al suroeste de la región de Bristol Bay, en Alaska (en la imagen, vista aérea de la zona). Sus acciones se han duplicado desde las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, el pasado 8 de noviembre. Sólo el 9 de noviembre, la subida fue de un 23%.
En febrero de 2014, la EPA adoptó la controvertida decisión de bloquear la construcción de la mina antes incluso de que la empresa responsable del proyecto solicitase el permiso de construcción. La compañía cree que ese veto preventivo se va a levantar en cuestión de meses. Esto permitiría a Northern Dinasty buscar un socio financiero y continuar adelante con el proyecto de explotación de uno de los mayores depósitos mundiales de cobre y oro que permanecen sin explotar.
La nueva administración encabezada por Donald Trump toma posesión el 20 de enero, pero aún no se ha manifestado sobre este caso, según afirma la agencia Reuters.
Según la EPA, la cuenca de Bristol Bay alberga la mayor reserva mundial de salmón rojo. Diversos grupos ecologistas han manifestado su oposición a la mina, al igual que muchos residentes de la zona, para los que el salmón rojo constituye un medio de subsistencia. También se han opuesto diversos colectivos de pescadores, tanto comerciales como deportivos.
El año pasado, el presidente Barack Obama viajó a Alaska para hacer visible su interés por la protección del medio ambiente, que quiere dejar como legado de su presidencia. Revertir el veto de la Agencia Estadounidense de Protección Medioambiental sería una prueba de que Trump está dispuesto a cumplir su promesa de eliminar las trabas administrativas que impiden la expansión de la minería.
La compañía minera inició acciones legales contra la EPA en mayo de 2014. El pasado octubre, ambas partes accedieron a un arbitraje para tratar de resolver el litigio.
Durante los pasados dos años, Northern Dinasty ha visto cómo las dificultades en sacar adelante este proyecto acababan con la paciencia de sus socios financieros: Anglo American Plc, que había invertido más de 500 millones de dólares, lo abandonó en 2013 por la caída de los precios del oro y del cobre; Rio Tinto, el más importante inversor en Northern Dinasty, anunció que donaba su participación del 19,1% a la caridad, dos meses después del veto de la EPA.
Ahora, con buenas perspectivas sobre el futuro de la mina, muchas empresas mineras de todo el mundo podrían estar interesadas en invertir.