Aunque los precios del oro han logrado rebotar en los mínimos de cuatro meses de noviembre, el sentimiento está comenzando a cambiar nuevamente en el mercado, y existe una creciente sensación de apatía. El sentimiento del mercado se nota extraño ya que, tradicionalmente, este final de año ha sido un momento emocionante en el mercado. Estacional e históricamente, al oro siempre le ha ido muy bien en las últimas semanas del año y la primera mitad del primer trimestre siguiente. La próxima semana es la última de negociación completa de 2020, y los precios del oro están luchando por superar la resistencia a 1.850 dólares la onza.
El sentimiento de indiferencia en el mercado es casi aceptable. Por ejemplo, el pasado 10 de diciembre, el Banco Central Europeo anunció nuevas medidas de estímulo y decisiones de política monetaria “el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00 %, 0,25 % y -0,50 %, respectivamente. El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en los niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hasta un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2 % en su horizonte de proyección, y dicha convergencia se haya reflejado de forma consistente en la evolución de la inflación subyacente”
Aunque Neils Christensen asegura que muchos analistas señalaron que lo que anunció el banco central fue bastante mediocre, pero aún así, el mercado del oro apenas levantó una ceja ante el hecho de que el BCE no ve que la economía europea se recupere en serio de la pandemia de la Covid-19 hasta el final de año.
Mientras tanto, las negociaciones del Brexit se están rompiendo con el primer ministro Boris Johnson advirtiendo que el Reino Unido podría separarse de la Unión Europea sin un acuerdo comercial. Este es un riesgo internacional significativo que el mercado del oro prácticamente ignora.
Los inversores en oro también continúan asimilando el pésimo desempeño de noviembre. Según datos del World Gold Council, el mes pasado fue el segundo peor mes registrado en la historia de salidas de fondos. Según sus datos, el oro en fondos cotizados en bolsa cayó en 107 toneladas.
En noticias más negativas, según Anna Golubova de Kitco News, el mercado del oro también tiene que pelear con la creciente competencia de las monedas digitales.
Algunos analistas han dicho que el mercado del oro necesita desesperadamente nueva información. El metal precioso seguirá respaldado por sólidos fundamentos a medida que el mundo lucha con el aumento de los déficits y la liquidez sin precedentes inyectada en los mercados financieros.
En la encuesta de oro de esta semana, Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, podría tener el mejor consejo para los inversores en oro: «los inversores deberían cerrar sus libros y regresar en enero«.