El Gobierno argentino quiere atraer a inversores extranjeros a su sector minero y disparar la producción de metales y minerales en el país durante los próximos años. La economía argentina se enfrenta, el próximo mes de marzo, al final del plazo que le fue concedido por el Fondo Monetario Internacional para reestructurar su deuda, valorada en miles de millones de dólares.
De no cumplir las exigencias del Fondo Monetario Internacional, Argentina se expone a ser excluida de las instituciones financieras globales y sometida a aislamiento. Para evitar esa situación, el Gobierno del país ha lanzado un ambicioso plan para atraer inversiones extranjeras hacia su industria minera.
Como publica el medio especializado Mining.com, el Gobierno de izquierda de Alberto Fernández está dispuesto a recortar aún más los impuestos sobre las exportaciones, que ya se redujeron en octubre de 2020 desde el 12 al 8%.
Según Luciano Berenstein, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), “la carga fiscal [en Argentina] es más alta que en los países con los que compite en términos de producción minera”.
El sector reclama al Gobierno que reduzca las retenciones fiscales a los trabajadores, acelere la devolución del impuesto sobre el valor añadido y aumente el acceso al mercado internacional de divisas.
El objetivo es aumentar los ingresos derivados de las exportaciones mineras a más de 10.000 millones de dólares durante la próxima década. Una cifra que, según el Gobierno, es asequible, teniendo en cuenta los 25.000 millones de dólares de inversiones previstas en los 34 proyectos mineros que actualmente se encuentran en fase avanzada de construcción.
Las inversiones anunciadas en el sector minero alcanzaron los 9.300 millones de dólares en 2020 y 2021. El 94,5% de los proyectos objeto de estas inversiones se centran en la expansión y construcción.
Según las autoridades, el país necesita 22.200 millones de dólares para desarrollar los yacimientos identificados de cobre y 7.300 millones para los de litio.
En el caso de los metales preciosos, la inversión necesaria para desarrollar los proyectos de oro es de 1.650 millones, mientras que los de plata necesitan 1.110 millones.
Principales proyectos
Entre los principales proyectos destacados por el Gobierno de Alberto Fernández está el de la minera canadiense Lundin Mining, que invirtió el año pasado 4.200 millones de dólares en el proyecto Josemaria, en la provincia de San Juan, una mina de cobre, oro y plata que volvería a estar operativa a partir de 2026.
Por su parte, la minera canadiense Barrick Gold y la china Shandong Gold han anunciado nuevas inversiones conjuntas para ampliar la vida operativa de la mayor mina de oro de Argentina, Veladero (en la imagen), hasta 2030.
Por su parte, Pan American Silver está pendiente de la aprobación definitiva de su proyecto de plata de Navidad, en el que ha invertido 1.000 millones de dólares.
Por provincias, las más atractivas para los inversores son las de San Juan (5.100 millones de dólares, el 55,6% del total de 2020 y 2021); Salta (2.500 millones de dólares) y Jujuy (420 millones de dólares).
En la actualidad, el país cuenta con un total de 87 proyectos mineros, 34 de los cuales están en fase de exploración avanzada; en 14 se está realizando el estudio de viabilidad económica; en cinco, el estudio de previabilidad; y en 12, el de viabilidad.
Argentina cuenta con 17 minas en producción y tres en fase de construcción, además de seis proyectos de exploración.