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Arizona estudia eximir de impuesto la inversión en monedas de oro de EEUU

El Estado de Arizona quiere aprobar una nueva ley que permita a los ciudadanos invertir en monedas de oro acuñadas en los Estados Unidos y no tener que pagar impuestos federales sobre los beneficios que pudieran obtener con su venta.

Según informa el periódico local Tucson.com, los legisladores del Estado de Arizona argumentan que las políticas monetarias federales han provocado que el papel moneda casi carezca de valor, por lo que debería permitirse a los ciudadanos que inviertan en otra forma de dinero como son las monedas de oro.

Esta nueva legislación, que está pendiente de la decisión final de la Cámara de Representantes, establece una excepción en las actuales leyes que obligan a los ciudadanos a que informen y paguen impuestos sobre sus ganancias de capital, sea cual sea su origen: arte, joyas o automóviles antiguos.

Según Mark Finchem, congresista republicano por Oro Valley (población cercana a Phoenix), no deberían cobrarse impuestos sobre las ganancias de capital en el caso de que un ciudadano compre monedas de oro acuñadas en los Estados Unidos, ya que simplemente se estaría cambiando una forma de moneda por otra, de igual modo que si se cambian cuatro cuartos de dólar por un billete de un dólar.

En el debate mantenido a mediados de febrero acerca de esta propuesta, el también republicano Ken Clark, representante por Phoenix, se opuso a la reforma, argumentando que, si los ciudadanos compran monedas de oro, es con el objetivo de lograr un beneficio. Según Clark, las monedas de oro no se venden en función de su valor facial, sino de la cantidad de oro que contienen y cuánto vale este oro en dólares.

Así, la US Mint está vendiendo el ‘Mercury Dime’, una versión en oro de la moneda de 10 centavos, en cuyo reverso figura la expresión “one dime”. Sin embargo, serían necesarias unas 2.050 monedas de diez centavos para poder comprar esta moneda acuñada por la ceca estadounidense, que contiene 1/10 de onza de oro.

Otro ejemplo sería el American Eagle de 50 dólares, cuyo precio ronda los 1.400 dólares en diversos comercios especializados, o 1.560 dólares en la emisión de calidad “uncirculated” de la propia US Mint.

En opinión del congresista promotor de la modificación legislativa, los ciudadanos no compran monedas de oro para ganar dinero, sino para evitar la pérdida de poder adquisitivo por causa de un sistema monetario federal defectuoso en el que los billetes de la Reserva Federal cada vez valen menos.

Si se compra una moneda de oro por 1.200 dólares ahora, es probable que dentro de un año hagan falta más billetes, unos 1.300 dólares, para comprar la misma moneda. Por eso, desde la perspectiva de Finchem y los congresistas que apoyan su moción, vender esa moneda por 100 dólares más del precio al que se compró no es una ganancia“En realidad, se ha sufrido una pérdida, que se llama inflación. Y durante muchos años el Departamento de Hacienda ha estado cobrando impuestos sobre la inflación, pensando que se trataba de una ganancia de capital”, aseguró Finchem en Tucson.com.

Los congresistas que se oponen a esta modificación no lo ven tan claro y proponen fijar un límite que se corresponda con la pérdida de poder adquisitivo derivado de la inflación, de manera que todo lo que se obtenga por encima sea considerado beneficio tributable.

Pero el principal temor de algunos legisladores es la posibilidad de que esta norma sea aprovechada para defraudar, por parte de algún comerciante de oro que realice negocios en el Estado de Arizona y no informe de ello en su declaración fiscal.

De hecho, en 2013 ya se vetó una modificación legislativa similar debido a que confería una ventaja injusta a los comercios dedicados a la compraventa de monedas de oro autorizados por el Congreso. También en 2015 se rechazó la propuesta por los “daños colaterales” que podría provocar.

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