El nuevo año ha comenzado con sobresaltos en el terreno geopolítico que han provocado que el precio del oro alcance unos registros máximos de siete años, que se han desinflado tras la tibia reacción de Trump a los bombardeos iraníes. No obstante, el factor geopolítico va a seguir influyendo en el mercado de los metales preciosos.
La consultora británica Metals Focus, especializada en el mercado de los metales preciosos, acaba de publicar un informe con las previsiones de sus analistas sobre la evolución del precio del oro, plata, platino y paladio a lo largo de este año que acaba de comenzar. Éstas son sus principales conclusiones.
El oro seguirá subiendo
Tras alcanzar su máximo de los últimos siete años, con 1.611 dólares la onza, al calor del recrudecimiento del enfrentamiento militar entre Estados Unidos e Irán, el precio del metal se ha desinflado con los últimos acontecimientos y se ha vuelto a situar por debajo de los 1.600 dólares.
Según los analistas de Metals Focus, a muy corto plazo, los acontecimientos en Oriente Próximo van a seguir siendo la principal preocupación de los inversores. Para que el precio vuelva a subir, se necesita otro elemento catalizador, como sería una reacción más agresiva por parte de la Casa Blanca. Pero sin esa reacción, desde Metals Focus creen que es posible que se experimente un retroceso que lleve al oro incluso por debajo de los 1.500 dólares la onza durante las próximas semanas.
Otro factor en contra de la subida del oro es la mejora de los rendimientos de los bonos, un activo con el que compite el metal, a partir del pasado mes de septiembre. Esta mejora se ha producido sobre todo en los Estados Unidos, donde la curva de rendimientos (que indica el spread o diferencia entre los bonos a 2 y a 10 años) alcanzó su máximo de los últimos 15 meses a finales de 2019.
El optimismo que reina en los mercados se refleja también en las bolsas, sobre todo tras la confirmación de la llamada “fase 1” del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. De hecho, las bolsas estadounidenses han registrado una serie de récords consecutivos desde el pasado mes de noviembre.
Según la opinión de la consultora, desde perspectiva macroeconómica más amplia, el mercado alcista del oro va a continuar, ya que la economía global sigue en riesgo de desaceleración, a pesar de las políticas monetarias de los bancos centrales.
En semejante escenario, los inversores van a seguir confiando a medio plazo en la seguridad que les confiere el oro, sobre todo ante la proliferación de rendimientos negativos en los últimos años.
La plata tendrá un año aún mejor
En cuanto a la plata, durante este año 2020 va a seguir la estela del oro. Debido a que el tamaño de su mercado es relativamente mucho menor al del oro y, por tanto, está sujeto a una mayor volatilidad, desde Metals Focus esperan que el metal se revalorice por encima incluso del oro.
Ello provocará, como consecuencia, una caída de la ratio oro/plata (que mide el número de onzas de plata que se necesitan para adquirir una de oro) hasta el entorno de los 70 hacia finales de año.
En opinión de los analistas de la consultora, la subida de la plata podría haber sido mayor de no ser por la debilidad de sus fundamentos suministro/demanda. De hecho, se espera que tras cuatro años consecutivos de disminución, la producción de plata procedente de la minería aumente en 2020.
Aunque se espera que se incremente también la demanda de plata de inversión, la cantidad total aún seguirá muy por debajo de las cantidades registradas en 2015. Ello, junto a una leve recuperación de la demanda industrial, va a llevar a que el mercado siga en situación de superávit de suministro.
El platino se verá arrastrado por el oro
Respecto al platino, desde Metals Focus son optimistas en cuanto a su evolución durante este año, aunque ello no tenga que ver precisamente con sus fundamentos de suministro y demanda.
De hecho, aunque la demanda por parte del sector automovilístico para la fabricación de catalizadores comience a recuperarse en este año, gracias al aumento de ventas de los vehículos pesados y al endurecimiento de la legislación medioambiental, las cifras aún serán bastante modestas.
Además, las ventas de platino en el sector de joyería, que cayeron a sus niveles mínimos de la década en 2019, van a seguir siendo débiles durante este año.
Por el lado del suministro tampoco se esperan muchas novedades, aunque el temor a una caída en picado de la producción se ha desvanecido, después del acuerdo sobre salarios para los próximos tres años alcanzado por el sector minero de Sudáfrica, principal productor mundial de platino.
También ha contribuido a aliviar la presión de los costes la subida del precio de la cesta de metales del grupo del platino, principalmente gracias al paladio y al rodio, lo que aleja la necesidad de recortar costes y, por tanto, cerrar las minas menos rentables económicamente.
En cuanto a la inversión, el sentimiento de los inversores hacia el platino ha cambiado, dejando de ser negativo. A ello ha contribuido el crecimiento de la incertidumbre macroeconómica y la tesis de algunos inversores de que es posible que empiece a producirse una sustitución de paladio por platino en la fabricación de catalizadores, debido a la subida del precio de aquél por encima de los 2.000 dólares la onza.
El paladio continuará su rally
El precio del paladio se incrementó en un 54% a lo largo de 2019, la mayor revalorización de entre los cuatro metales preciosos principales por tercer año consecutivo.
La subida del paladio ha continuado a comienzos de 2020, con una subida de más de 200 dólares que lo ha llevado a superar la barrera de los 2.100 dólares la onza por primera vez en su historia.
Según el informe de Metals Focus, esta subida del paladio a comienzos de año refleja la intensa demanda por parte del sector del automóvil, que alcanzará un nuevo récord durante este año.
A pesar de que descendieron las ventas globales de vehículos ligeros en 2019, el paladio se ha beneficiado del endurecimiento de la legislación sobre emisiones contaminantes en varios países, especialmente en China, que ha obligado a los fabricantes de catalizadores a incluír mayor cantidad de este metal en los dispositivos, además de la reducción de producción en Sudáfrica por los cortes de suministro eléctrico, que han paralizado varias minas.
El hecho de que el suministro de platino no sea suficiente como para satisfacer la demanda ha provocado que los stocks acumulados de metal se hayan ido agotando: a finales de 2019, estos apenas podían cubrir la demanda de 14 meses, frente a los 24 meses a comienzos de 2010.