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Aumentan las compras de oro por parte de los bancos centrales por primera vez desde 2014

Lingotes de oro en la cámara acorazada del Bundesbank (Alemania)

Los bancos centrales vuelven a confiar en el oro. La inestabilidad de la situación política internacional y el nuevo escenario económico que se plantea con la amenaza del yen a la supremacía del dólar como divisa internacional ha provocado una oleada de compras por parte de los bancos centrales, que han incrementado el volumen de oro por primera vez desde 2014.

En su informe Precious Metals Weekly, la consultora especializada en metales preciosos Metals Focus subraya el caso de Hungría, que la semana pasada anunció su decisión de multiplicar por diez sus reservas de oro, pasando de algo más de tres toneladas a 31,5. Los lingotes se adquirieron a primeros del mes de octubre y se trasladaron a las cámaras acorazadas del banco central húngaro, que ahora cuenta con el 4,4% de sus reservas estratégicas en oro.

El movimiento de Hungría se produce después de que otros países hayan adoptado decisiones similares en los últimos meses. Especialmente significativa fue la de Polonia, que en el pasado mes de julio de convirtió en el primer estado miembro de la Unión Europeo en incrementar sus reservas de oro en lo que llevamos de siglo, con las 14 toneladas que adquirió a finales del mes de septiembre.

Los analistas de Metals Focus destacan otros movimientos, como la compra de 12,2 toneladas de oro por parte de Mongolia en el periodo enero-agosto, cifra que supera con creces sus compras de los últimos años, que promediaban las 1-2 toneladas anuales. Por no hablar de Rusia y Kazajistán, dos compradores habituales durante los últimos años, que han continuado con esta tendencia.

El informe destaca que “aunque el sector oficial ha sido un comprador neto de oro durante esta década, los volúmenes de oro adquirido han ido descendiendo desde 2014 en adelante. Calculamos que las compras netas del sector oficial se elevaron a 375 toneladas de oro en 2017, un 42% menos que el máximo de la década, que se registró en 2013, con 646 toneladas”.

Desde la consultora atribuyen este declive a la reducción del número de bancos centrales interesados en aumentar sus reservas. En el periodo 2009-2013, las compras por parte del sector oficial estaban mucho más repartidas desde el punto de vista geográfico. “Por ejemplo, en ese periodo, países como México, Tailandia, Corea del Sur, Brasil y la India realizaron compras estratégicas. Sin embargo, durante los últimos años el sector oficial cada vez ha dependido más de las compras de oro por parte de solo dos países: Rusia y China, esta última hasta finales de 2016”, apunta el informe.

En el caso de Rusia, sus compras de oro han rebasado las 200 toneladas anuales en el periodo 2015-2017 y se calcula que el total de 2018 será aún superior. La estrategia del Banco Central de Rusia se inició en 2014, después de una escalada de la tensión entre Rusia y Occidente.

En cambio, el Banco Popular de China ha mantenido sus reservas en el mismo nivel desde finales de 2016, al menos según los datos oficiales, lo que ha provocado la ralentización en las compras del sector oficial desde entonces.

El informe destaca también la irrupción de un nuevo comprador a partir de 2017: Turquía. El banco central de este país incrementó sus reservas en 86 toneladas durante ese año y lleva adquiridas 55 toneladas en el periodo enero-septiembre de 2018.

“El ritmo de compra de oro por parte de Turquía se ha ralentizado durante este año debido a las dificultades por las que atraviesa la economía local y a la creciente presión que soporta la divisa local, la lira turca”, apuntan desde Metals Focus.

En cualquier caso, la compra de oro por parte del Banco Central de Turquía refleja su deseo de diversificar sus reservas estratégicas, especialmente a la luz de las tensiones existentes entre este país y los Estados Unidos.

Además de estos grandes compradores, las estadísticas del sector oficial se han visto incrementadas gracias a que un buen número de países que habían estado alejados del mercado del oro durante los últimos años han vuelto a mostrar interés por este metal, aunque el volumen de sus compras haya sido muy inferior a los máximos que registraron años atrás.

Es el caso de la India, que adquirió 24 toneladas el pasado mes de agosto, su primera gran compra desde que en 2009 se hiciera con 200 toneladas que compró al Fondo Monetario Internacional. “Aunque estas últimas compras han estado relacionadas con el programa gubernamental de monetización del oro, el deseo de diversificar las reservas también ha tenido influencia”, señalan desde Metals Focus.

En esta misma línea, Tailandia y Filipinas también han realizado operaciones de compra recientemente.

Los analistas de Metals Focus estiman que, tras cuatro años consecutivos de descenso, en 2018 se va a registrar un incremento de las compras netas por parte del sector oficial, con un saldo final positivo de unas 400 toneladas.

Para los próximos años se espera que la tendencia de compra continúe, impulsada por el deseo de los bancos centrales de los países emergentes de incrementar sus reservas de oro.

A pesar de este aumento de las compras, la consultora apunta también que el porcentaje de oro dentro del total de reservas estratégicas de estos países sigue siendo muy reducido, en comparación con esa misma proporción en los países occidentales.

Por otro lado, se espera que las tensiones geopolíticas internacionales sigan contribuyendo al aumento de las reservas, como apuesta estratégica por parte de muchos países, interesados en sustituir parte de sus reservas en bonos soberanos de otros estados por oro.

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