Suiza exportó el pasado mes de octubre un total de 38 toneladas de oro a la India, 34,6 toneladas a China continental y 19,5 toneladas a Hong Kong. Unas cifras que parecen desmentir la tendencia a la reducción de la demanda de este metal por parte de los dos principales consumidores mundiales.
El informe Gold Demand Trends, publicado el pasado 9 de noviembre por el Consejo Mundial del Oro, señala que la demanda mundial de oro ha caído un 9% en el tercer trimestre del año con respecto al mismo periodo del año pasado, y un 12% en lo que llevamos de año.
Una caída que tiene mucho que ver con la demanda de oro por parte de los dos principales consumidores globales de este metal: China y la India. Sin embargo, las cifras de exportaciones de oro desde Suiza a estos dos países indican precisamente lo contrario, según apunta desde Sharps Pixley el experto en metales preciosos Lawrie Williams.
En ambos casos se trata de una importante recuperación de las cifras registradas el mes anterior: en octubre, las exportaciones de oro desde Suiza, el principal refinador de oro del mundo, con destino a la India se elevaron a 38 toneladas, mientras que las destinadas a China totalizaban 54,1 toneladas, distribuidas entre China continental y Hong King.
En comparación, durante el pasado mes de septiembre, las exportaciones a China apenas se habían elevado a 28,3 toneladas (17,2 toneladas a China continental y 11,1 a Hong Kong), mientras que a la India se habían exportado 11,6 toneladas.
Según destaca Williams, nada menos que el 83% de las exportaciones de oro de Suiza se dirigen a países de Oriente Medio y Lejano, con la particularidad de que el oro que llega a estos países no suele volver a salir al mercado en cuanto fluctúan los precios, como sucede en Occidente.
Por este motivo, desde Sharps Pixley apuntan que las perspectivas a largo plazo respecto al precio del oro son “extremadamente positivas. Cuando llegue a Occidente la marea de inversión en oro, que llegará, se producirá un déficit del metal físico, que elevará el precio fuera del alcance de la manipulación de los mercados de oro papel”.
En su opinión, en algún momento el precio del oro físico tendrá que dispararse, “aunque lo que falta por adivinar es exactamente cuándo será el momento”, señala Williams.