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Australia saca a concurso más de 1.500 kilómetros cuadrados de terreno aurífero

Mina de oro Fosterville (Victoria, Australia)

El estado australiano de Victoria podría dar lugar a una moderna fiebre del oro, como la que tuvo lugar a mediados del siglo XIX, con la licitación de más de 1.500 kilómetros cuadrados de territorio que contiene yacimientos de oro valorados en más de 102.000 millones de dólares.

Según informa el diario australiano The Sydney Morning Herald, las autoridades del estado australiano de Victoria consideran que solo se ha descubierto la mitad del oro que alberga su territorio, y que todavía existen en el subsuelo de la región yacimientos de oro por descubrir que podrían estar valorados en más de 102.000 millones de dólares.

Por ello, el Gobierno de Victoria va a sacar a concurso un total de 1.500 kilómetros cuadrados de territorio aurífero, situados al este y nordeste de la ciudad de Bendigo.

Según los sondeos realizados hasta la fecha, estos lotes de terreno podrían contener un total de 32 millones de onzas de oro (casi 1.000 toneladas de oro), ya que su composición geológica es muy similar a la de la zona de Fosterville, que cuenta con depósitos de oro con alrededor de 9 millones de onzas (280 Tm).

La mina de oro de Fosterville (en la imagen) produjo en 2018 alrededor de 350.000 onzas de oro (11 Tm), pero se espera que este año su producción aumente hasta las 600.000 onzas (18,5 Tm), en un momento en que la minería de oro resurge en el estado de Victoria, gracias a la subida de precio del metal, que ha rebasado los 2.100 dólares australianos la onza.

La minería de oro, además, constituye una importante fuente de ingresos para el gobierno regional, que recientemente subió los royalties a las compañías mineras de oro hasta el 2,75%, a pesar de las protestas por parte de representantes del sector.

La ministra de Recursos del estado de Victoria, Jaclyn Symes, anunció en una reciente conferencia minera la licitación internacional para la exploración de minerales en la región central del estado. Según Symes, la riqueza de Victoria se debe al oro y la industria está comprometida con la creación de empleo en la región.

“La licitación de los terrenos del norte y centro va a suponer un importante impulso para el sector, atrayendo a compañías que están decididas a trabajar con las comunidades locales y con los propietarios tradicionales de la tierra que van a explorar”, afirmó Symes.

Se calcula que, desde la fiebre del oro de 1850, se han descubierto en el estado de Victoria alrededor de 80 millones de onzas (unas 2.500 toneladas).

Las labores de exploración son previas al comienzo de los trabajos de construcción de una nueva mina. El proceso de exploración incluye la elaboración de mapas, sondeos, perforaciones y toma de muestras de rocas.

Sin embargo, pueden pasar años hasta que se alcance la etapa de producción minera y no existen garantías de que existan importantes yacimientos en el subsuelo.

Polémicos royalties

A principios de año, el Gobierno de Victoria anunció que incrementaría los royalties a las compañías mineras que extraen oro en su territorio desde el 0 al 2,75%, lo que indignó a las mineras. El objetivo del Gobierno era incrementar sus ingresos derivados de la minería en unos 40 millones de dólares durante los próximos cuatro años.

La medida fue criticada por James Sorahan, director ejecutivo de la división de Victoria del Consejo de Minerales de Australia, quien afirmó que el Gobierno debe “pensar de nuevo” acerca de los royalties sobre el oro y anunciar “un proceso de consultas justo y adecuado”.

“Hay formas más adecuadas de encarar un reforma fiscal”, afirmó Sorahan, para quien la industria minera está dispuesta a colaborar con el Gobierno creando un royalty que ayude a aumentar los beneficios cuando suba el precio del oro, pero sin poner en riesgo el crecimiento de las minas y el empleo cuando baje el precio.

“El impuesto sobre el oro del Gobierno va a afectar a todas las minas, sean rentables o no, y puede conducir a que algunas de ellas tengan pérdidas, señaló Sorahan.

Sin embargo, la ministra de Recursos afirmó que los beneficios procedentes del nuevo royalty permitirán que el Gobierno mejore las infraestructuras y los servicios, e insistió en que no afectaría a los productores de menor tamaño.

“Tenemos que asegurarnos de que todos los ciudadanos de Victoria obtienen un beneficio justo de los minerales que se extraen de nuestro suelo, afirmó Symes.

Victoria es el único estado de Australia que tiene prevista la implantación de un royalty por la extracción de oro de su territorio, que comenzará a aplicarse el próximo 1 de enero.

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