La producción de oro de Australia crecerá un 6% interanual a cierre del año 2019 y se espera que crezca otro 3% en 2020, hasta alcanzar los 10,9 millones de onzas (339 Tm), según las conclusiones de un estudio de la consultora Fitch Solutions.
Según el estudio realizado por Fitch Solutions sobre el sector del oro en Australia, la producción durante el año financiero 2019 (desde el 1 de julio de 2018 al 30 de junio de 2019) alcanzó una cifra récord de 10,3 millones de onzas (320 Tm).
Solo en el trimestre comprendido entre los meses de abril y junio, la producción se elevó a 2,6 millones de onzas (80,8 Tm).
El informe señala que “la sólida cartera de proyectos va a animar la producción de oro en Australia durante los próximos años, durante los que esperamos que se registre un crecimiento medio anual del 2,3%, entre 2020 y 2028”.
La producción del metal precioso en este país (el segundo mayor productor mundial en 2018, por detrás de China) se ha visto incrementada por la entrada en fase de producción del proyecto de Boston Shaker en la mina de Tropicana (en la imagen), gestionada por una ‘joint venture’ entre AngloGold Ashanti e Independence Group. Un proyecto que permitirá extraer alrededor de 480.000 onzas (15 Tm) anuales de oro durante los próximos cinco años.
Además, el pasado mes de junio la compañía minera sudafricana Gold Fields comenzó a extraer oro de la mina de Gruyere, que gestiona junto a Gold Road Resources, y que producirá unas 250.000 onzas (7,7 Tm) anuales cuando esté funcionando al máximo de su capacidad, lo que contribuirá al crecimiento de la producción a largo plazo.
El informe de Fitch Solutions asegura también que la subida del precio del oro, el cambio en las expectativas sobre los tipos de interés y la volatilidad provocada por las decisiones políticas van a contribuir también a animar las inversiones en el sector minero del oro de Australia.
“Desde Fitch Solutions creemos que el precio del oro va a promediar los 1.375 dólares la onza en 2019. El alto precio va a propiciar que la producción de oro de Australia esté valorada en cerca de 23.000 millones de dólares para el año financiero 2019, lo que permitirá unos altos retornos para las mineras”, apunta el informe.
En opinión de los analistas de Fitch Solutions, “el precio del oro se va a ver impulsado durante los próximos años por la demanda de activos refugio, debido al incremento de las tensiones geopolíticas, con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las negociaciones sobre el Brexit y la confrontación militar entre EEUU e Irán como factores principales. El precio del oro va a animar a invertir en nuevos proyectos y a desarrollar los actuales”.
Como punto negativo, el informe destaca la subida de los royalties al 2,75% en el estado de Victoria, que podría incrementar los costes para las compañías mineras, lo que constituiría una amenaza para el aumento de la producción.
En opinión de los analistas, esta subida de royalties, que se hará efectiva a partir del mes de enero de 2020, elevará los costes en el sector, reduciendo la inversión en exploración y, por tanto, poniendo en riesgo la longevidad de algunas minas operativas y la viabilidad de otras más pequeñas.
“Por ejemplo, la mina de Fosterville cuenta con reservas para otros cinco años. La imposibilidad de invertir en actividades de exploración imprescindibles para extender la vida útil de la mina va a provocar una considerable pérdida en términos de producción de oro para el futuro del sector en Australia”, afirman.
Del mismo modo, la falta de proyectos de exploración debido a los altos costes de desarrollar los activos en sus etapas iniciales podría perjudicar el crecimiento del sector a largo plazo.
El pasado 25 de septiembre, el Consejo de Minerales de Australia hizo un llamamiento al Gobierno regional de Victoria para que reconsidere la subida royalties, advirtiendo que podría provocar el cierre de varias minas en la región.
Como alternativa, este departamento gubernamental propone restar los costes de exploración a los royalties, compensado de esta forma los efectos adversos. “En cualquier caso, si la producción de oro de Victoria experimenta recortes sustanciales que los otros estados australianos no son capaces de compensar, revisaríamos nuestra previsión de producción”, concluyen.