La enorme volatilidad demostrada en los últimos tiempos por las criptomonedas, en especial por el bitcoin, ha hecho sonar las alarmas en algunos bancos centrales, cuyos responsables se han pronunciado públicamente para advertir a los inversores sobre los riesgos que entraña este tipo de inversión.
El último en hacerlo, según Kitco News, ha sido el gobernador del Banco de Suecia, Stefan Ingves, quien ha llegado a comparar la inversión en bitcoin con el comercio de sellos.
Según manifestó Ingves durante una conferencia pronunciada a primeros de septiembre, “lo normal es que el dinero privado acabe desplomándose, más pronto o más tarde. Seguramente, alguien puede hacerse rico negociando con bitcoin, pero es algo comparable a comerciar con sellos de correos”.
Ingves ya había manifestado a principios de año que lo más probable es que las criptomonedas tuvieran que enfrentarse a la supervisión por parte de los reguladores, tras haberse convertido en una opción cada vez más utilizada por los inversores.
En la misma línea se ha manifestado el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey quien, el pasado mes de mayo, comentó que las criptomonedas podrían desplomarse hasta perder todo su valor: “me temo que carecen de valor intrínseco. Lo siento, pero voy a volver a decirlo sin rodeos: si inviertes en criptomonedas, estate preparado para perder todo tu dinero”.
Otro ejemplo ha sido el del gobernador del Banco Central de Irlanda, Gabriel Makhlouf, quien señaló en febrero pasado que los inversores que optan por adquirir bitcoin deberían tener en cuenta que pueden perder todo lo que han invertido: “personalmente, no invertiría mi dinero en ello, pero está claro que hay gente que piensa que es una buena opción. Hace 300 años, la gente compraba tulipanes porque creía que era una buena inversión” (refiriéndose a la crisis del mercado de los bulbos de tulipán que, tras multiplicar su valor por más de 100 en cuatro años, se desplomó en 1637).
No podía faltar en este repaso el propio presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, quien, en una entrevista con The Economic Club of New York, también se refirió en febrero a la creciente popularidad de la inversión en criptomonedas: “lo que la gente llama criptomonedas son, en realidad, vehículos para la especulación. Nadie las usa como medio de pago, como el dólar”.
Por su parte, la secretaria del Tesoro de EEUU y antecesora de Powell en la Fed, Janet Yellen, calificó al bitcoin como “un activo altamente especulativo, que no se utiliza de forma generalizada como mecanismo de transmisión y que es un medio extremadamente ineficiente de realizar transacciones”.
Monedas digitales
Curiosamente, tanto la Reserva Federal como otros bancos centrales de todo el mundo están trabajando en sus propias divisas digitales, conocidas como CBDC (Central Bank Digital Currencies). La Fed ha señalado que está ultimando un informe en el que valora los pros y contras de la iniciativa.
Lo que sí está claro es que, mientras preparan su entrada en el mundo de las divisas digitales, los bancos centrales no se olvidan de los activos tangibles como el oro. Según el Consejo Mundial del Oro, se espera que 2021 sea un nuevo año en el que el sector oficial se comporte como comprador neto de metal.
Además, la encuesta realizada por este organismo entre los responsables de 26 bancos centrales de todo el mundo revela que la mayoría de ellos cree que el sector oficial seguirá apostando por el oro y que aumentarán sus reservas durante los próximos años.