La segunda minera mundial, Barrick Gold, ha anunciado la adquisición de las acciones que todavía no poseía de su filial Acacia Mining, en un acuerdo que ha sido refrendado por los tribunales.
El presidente y CEO de la minera canadiense Barrick Gold, Mark Bristow, anunció el pasado 13 de septiembre la adquisición del resto de las acciones que aún no poseía de su filial, Acacia Mining.
Según el comunicado hecho público por Barrick, “tras la aprobación del acuerdo de reestructuración por parte de los tribunales, Acacia Mining y sus operaciones han pasado a formar parte integrante de Barrick Gold Corporation, desde donde les damos la bienvenida”.
El comunicado añade que “Barrick decidió adquirir todas las acciones que no poseía, por medio de un acuerdo de reestructuración aprobado por los tribunales, a los accionistas minoritarios de Acacia, como muestra de su confianza en el potencial de los activos de esta compañía, en la geología del país [Tanzania], en el propio país y en sus gentes. Creemos sinceramente que podemos gestionar estos activos de forma más adecuada como parte de un grupo y en compañía del Gobierno de Tanzania, como accionista, con el 16% del capital”.
Durante las negociaciones previas a la adquisición, Barrick y el Gobierno de Tanzania acordaron un marco legal que contempla el reparto al 50% de los beneficios económicos de las operaciones, además de la implicación directa del Gobierno en la gestión de los activos por medio de una compañía pública.
El CEO de Barrick también se mostró contundente con los antiguos gestores de Acacia, a quienes acusó de “no haber gestionado Acacia de la mejor manera, lo que provocó la disminución de sus licencias para operar en Tanzania y la reivindicación del cierre de sus minas por parte de las comunidades, provincias y líderes políticos”.
Acacia gestionaba en nombre de Barrick varias minas de oro en Tanzania y contaba, además, con explotaciones en funcionamiento en Kenia, Burkina Faso y Mali.
La decisión del Gobierno de Tanzania de endurecer los requisitos que debían cumplir las mineras que operaban en el país condujo a un enfrentamiento entre los gestores de Acacia y el propio Gobierno, que provocó una situación de bloqueo que afectó a la producción.
Al final, el bloqueo se ha solucionado con la intervención drástica por parte de Barrick Gold, dado que el Gobierno de Tanzania se negó a admitir a Acacia como interlocutor en las negociaciones.