La minera canadiense Barrick Gold, la segunda del mundo en volumen de producción, por detrás de la estadounidense Newmont Goldcorp, quiere convertirse en el plazo de una década en la más valiosa compañía global en extracción de oro. Para ello ha diseñado un ambicioso plan a 10 años, que acaba de ser presentado ante la prensa por su CEO, Mark Bristow, conjuntamente con el informe anual de 2019 y las medidas adoptadas para hacer frente a la epidemia de coronavirus en sus instalaciones repartidas por todo el mundo.
El Informe Anual correspondiente al ejercicio de 2019 ha sido el primero que se ha presentado desde la fusión de Barrick Gold con Randgold Resources, dentro de la oleada de operaciones corporativas que se sucedieron en el sector de la minería del oro durante los últimos meses de 2018 y todo el año 2019.
Aprovechando la presentación de ese informe, la minera canadiense ha deslizado algunos datos relativos al plan estratégico a 10 años, cuyo objetivo es consolidar a Barrick Gold como la minera de oro más valiosa del mundo.
Este plan estratégico contempla medidas como el incremento de la producción de la minera hasta los cinco millones de onzas de oro anuales (155,5 Tm). El grueso de esta producción procederá de sus minas de oro en Norteamérica, en especial de las situadas en el estado de Nevada (EEUU).
En palabras de su CEO y presidente, Mark Bristow, la ‘joint venture’ que mantienen en ese estado con la minera estadounidense Newmont Goldcorp, denominada Nevada Gold Mines, va a ser la base a partir de la cual se desarrolle este plan de aumento de la producción.
Durante el pasado año, la compañía se ha centrado en sus activos ‘tier 1’, los más valiosos, y ha registrado una importante producción (5,5 millones de onzas, 171 Tm, un 21% más que el año anterior).
Un aumento de la producción que se ha obtenido principalmente gracias a los buenos resultados de algunos de esos activos de primer orden, como las minas de Cortez (Nevada, EEUU) y Veladero (Argentina).
También ha crecido la producción de la mina de Kibali (Congo), que superó su producción estimada de 750.000 onzas (23,3 Tm) por un margen importante, registrando un total de 814.027 onzas (25,3 Tm).
Por su parte, la mina de Porgera (Papúa Nueva Guinea) tiene posibilidades de convertirse en un activo ‘tier 1’, aunque su actividad se está viendo lastrada por cuestiones relacionadas con la anterior propiedad y por los enfrentamientos con las comunidades locales.
Bristow señaló que la producción de la mina ha superado las expectativas y que la compañía se encuentra negociando actualmente con el Gobierno una extensión de 20 años del permiso de explotación.
El CEO de la compañía, que se pudo al frente de la misma en enero de 2019 (tras la absorción de Randgold Resources, de la que era CEO el propio Bristow), afirmó que el trabajo realizado durante el pasado año ha permitido a Barrick prepararse para dar el salto al siguiente nivel.
“Estoy convencido de que somos más que capaces de cumplir nuestro compromiso de construir la compañía de oro más valiosa del mundo”, afirmó Mark Bristow, quien aclaró que su definición de valor abarca factores como los beneficios económicos, el cuidado con el que trata a su gente, comunidades y entorno natural, su objetivo estratégico en la sostenibilidad a largo plazo y el retorno a los inversores.
En la presentación, el CEO de Barrick también advirtió que las estimaciones pueden verse afectadas por la interrupción de la actividad en las explotaciones a causa de la epidemia de Covid-19, “un desastre global que está modificando nuestra forma de trabajar y vivir, en un proceso disruptivo del que todavía no acertamos a ver el final”.