La minera canadiense Barrick Gold ha alcanzado un principio de acuerdo con el Gobierno de Papúa Nueva Guinea para reanudar las operaciones en la mina de Porgera, que lleva casi un año cerrada al no renovarse la concesión. La mina produjo casi nueve toneladas de oro en 2019, el último año en que estuvo operativa.
Barrick Gold, la segunda minera de oro mundial por volumen de producción, ha anunciado, por medio de su CEO Mark Bristow, que ha alcanzado un principio de acuerdo con el Gobierno de Papúa Nueva Guinea para la reapertura de la mina de Porgera en el cuarto trimestre de este año.
La explotación lleva casi un año cerrada, después de que el Gobierno de Papúa Nueva Guinea se negara a prorrogar el permiso especial de explotación a la minera canadiense, para dárselo en su lugar a la minera estatal Kumul Minerals Holdings.
Mark Bristow anunció el principio de acuerdo durante la reciente presentación del informe anual de 2020 de la compañía. “Los equipos negociadores de ambas partes continúan trabajando en los detalles de un acuerdo que sea aceptable para todos. Ha sido una negociación larga y complicada, pero soy optimista y creo que llegaremos a un acuerdo para reabrir la mina este mismo año”, señaló Bristow.
Barrick posee el 47,5% del capital de la mina de Porgera; otro 47,5% está en manos de la minera china Zijin Mining y el 5% restante está repartido entre el gobierno de la provincia de Enga y los propietarios del terreno donde se sitúa la explotación.
El primer ejecutivo de Barrick Gold se desplazó a Papúa Nueva Guinea a finales del año pasado para reunirse con el primer ministro James Marape, cuyo objetivo era aumentar los beneficios procedentes de los recursos naturales del país.
De momento, la minera canadiense cono cuenta con la posible producción de oro de la mina de Porgera (284.000 onzas en 2019, unas 8,83 toneladas) en sus estimaciones de producción para 2021, que son de entre 4,4 y 4,7 millones de onzas (136,8-146,2 Tm).
El sector minero, afectado por la pandemia
Por otro lado, el sector minero de Papúa Nueva Guinea no vive sus mejores momentos debido al impacto de la pandemia de Covid-19 en las explotaciones. A mediados de marzo, el Gobierno de Australia decretó una prohibición de los vuelos entre los dos países para dos semanas.
Esta suspensión afecta a la actividad de minas de oro como la de Lihir, situada en Papúa Nueva Guinea y operada por la compañía australiana Newcrest Mining. Desde la minera australiana han informado de que en principio no está previsto interrumpir la producción en Lihir y han señalado que están trabajando con el Gobierno de Papúa Nueva Guinea para mitigar el posible impacto de la suspensión de comunicaciones con Australia.
Por su parte, la minera canadiense K92 Mining ha señalado que no espera que la situación impacte de forma significativa en su mina de Kainantu, aunque alguna de las actividades no relacionadas con la producción pudiera verse afectada.