La minera canadiense Barrick Gold ha presentado sus planes de expansión de la planta de procesado y construcción de una nueva instalación de almacenamiento de relaves, que permitirá prolongar la vida útil de la mina de oro situada en la República Dominicana hasta más allá del año 2040.
En una comparecencia ante la prensa, el CEO de Barrick Gold, Mark Bristow, presentó sus planes de expansión de la planta de procesado y de construcción de una nueva instalación de almacenamiento de relaves, que son fundamentales si la minera quiere seguir extrayendo oro de la mina de Pueblo Viejo (República Dominicana, en la imagen) más allá del año 2040.
La explotación resulta muy rentable para el Gobierno dominicano, ya que en lo que llevamos de año, Pueblo Viejo (una mina considerada de primera clase), ha generado 522 millones de dólares en impuestos directos e indirectos, lo que eleva la cifra total de impuestos desde que comenzó su actividad en 2013 a un poco menos de 3.000 millones de dólares.
Según Bristow, la ampliación de su vida útil permitirá que Pueblo Viejo siga siendo un importante creador de valor para la economía de la República Dominicana y su población en el futuro.
Desde la minera canadiense han expresado su temor ante la posibilidad de que tuviera que paralizar sus operaciones mineras en la ‘joint-venture’ de Pueblo Viejo a finales de 2021, si no se aprueba la construcción de la nueva instalación de almacenamiento de relaves propuesta por Barrick.
En la información facilitada a los medios, la segunda mayor minera de oro mundial explica que la construcción de la instalación de almacenamiento de relaves costará 1.300 millones de dólares y permitirá extender la vida útil de la explotación hasta más allá de 2040.
Barrick se enfrenta a la oposición de un consorcio de 87 grupos de defensa del medio ambiente al proyecto de la nueva instalación de relaves. Estos grupos denunciaron en mayo pasado los riesgos que supone el aumento de la cantidad de residuos mineros para las comunidades locales que habitan en los alrededores de la explotación.
De momento, Barrick ha accedido a que se lleve a cabo un estudio independiente bajo la dirección del Gobierno de la República Dominicana.
Según los datos de la minera, el 97% de los 2.500 empleados de la mina son dominicanos, muchos de ellos procedentes de las comunidades cercanas, que se han beneficiado de la inversión en los programas de desarrollo. En estos momentos, la minera mantiene proyectos de desarrollo en 58 comunidades locales de los alrededores. En los últimos ocho años, Barrick ha invertido alrededor de 160 millones de dólares en este tipo de proyectos.
Según explicó Bristow, la gestión de su compañía ha sido muy positiva a la hora de afrontar los problemas medioambientales que dejó pendientes el anterior operador de la mina, logrando mejorar la calidad del agua de los dos ríos cercanos.
“Nuestro objetivo en la República Dominicana y en cualquier parte del mundo donde operamos es crear valor a largo plazo para todos los interesados a través de nuestra estrategia de desarrollo sostenible. El proyecto de expansión de Pueblo Viejo tiene el potencial para duplicar la enorme contribución que ya ha hecho a la economía de la República Dominicana. Sin este proyecto, en cambio, esa contribución podría terminar muy pronto”, señala el CEO de la minera.
La mina de Pueblo Viejo se encuentra a unos 100 kilómetros al noroeste de la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, y está operada por Pueblo Viejo Dominicana Corporation, una ‘joint-venture’ formada por la propia Barrick (60% del capital) y Newmont (40%).
La mina comenzó a construirse en 2008 y entró en fase de producción en 2012, con un 97% de mano de obra local.
En 2020 se encaró la reforma de la planta energética de Quisqueya 1 para que funcionara con gas natural, lo que permitió reducir un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero y un 85% las de óxido nitroso.