El impacto que la nueva variante delta del covid-19 está teniendo en numerosos países ha vuelto a comprometer el ritmo de recuperación de la economía global, lo que ha afectado al mercado de commodities, la plata entre ellas. Sin embargo, los expertos aseguran que las perspectivas de futuro de este metal precioso son excelentes, incluso a pesar de los problemas por los que atraviesa la economía mundial.
En su último informe Precious Metals Weekly, la consultora británica Metals Focus reconoce que el impacto de la nueva variante del coronavirus en diversos países ha afectado al mercado de commodities, lo que ayudaría a explicar por qué la plata no se ha beneficiado de la modesta recuperación del precio del oro, hacia los 1.800 dólares la onza.
Esta desaceleración en el precio de la plata con respecto a la evolución del oro se plasma en la ratio oro/plata (que mide el número de onzas de plata que se necesitan para adquirir una de oro). Esta ratio ha superado los 77 puntos por primera vez desde el pasado mes de diciembre, aunque los analistas de la consultora creen que la plata tiene unas perspectivas de futuro muy positivas, incluso a pesar de los problemas que afectan a la economía global.
La pandemia afectó en 2020 especialmente al sector industrial, lo que provocó que su demanda de plata fuera de 15.142 toneladas, un 5% menos que el año anterior y la más baja de los últimos cinco años.
Pese a ello, el descenso fue menor que el experimentado en 2012, cuando la demanda del sector cayó un 11% interanual, y se concentró especialmente en el primer semestre.
Durante el segundo semestre de 2020 se empezó a notar la recuperación del sector industrial, que se ha mantenido durante el comienzo de este año, lo que explica la previsión de un 8% de crecimiento interanual de la demanda industrial de plata prevista para 2021.
Sector fotovoltaico
Uno de los sectores que más plata van a demandar es el de la energía solar fotovoltaica que, según los analistas de Metals Focus, cuenta con tres factores favorables: el creciente número de países que tienen previsto instalar al menos un gigavatio de capacidad fotovoltaica (18 en 2020, frente a apenas 11 en 2018); las escasas posibilidades de reducir la carga de plata por célula fotovoltaica; y la necesidad de reemplazar las unidades que fueron instaladas hace 15-20 años, una vez finalizada su vida útil, sin que se pueda reciclar apenas la plata que contienen.
En esta industria, como en otras, está cobrando cada vez más importancia China, país que es responsable de la producción del 80% de las células fotovoltaicas que se fabrican en el mundo.
Automoción y electrónica de consumo
En otros sectores como la automoción y la electrónica de consumo, los problemas de suministro de chips han afectado a la producción, que se ha reducido más de lo esperado.
Se prevé que estos problemas de suministro continúen durante los próximos meses; por ejemplo, el tiempo de espera para pedidos de semiconductores ronda actualmente las 20 semanas.
Esto beneficia a los productores de plata, ya que la demanda de metal para abastecer todos estos pedidos está garantizada al menos hasta el año 2023.
Incluso cuando la situación en el mercado de chips retorne a la normalidad, el desarrollo de otros segmentos como los vehículos eléctricos y el despliegue de las redes 5G compensará la caída de la demanda de plata como materia prima.
Según las cifras aportadas por Metals Focus, la demanda de este metal por parte del sector de automoción podría alcanzar las 2.700 toneladas anuales para el año 2025.
Ante este escenario, los analistas de la consultora se muestran muy optimistas respecto al futuro de la demanda de plata por parte de la industria, tanto en las nuevas áreas de demanda como en las ya establecidas, donde la sustitución y la reducción de la carga de metal no parecen probables.
“Por tanto, esperamos que la demanda industrial de plata alcance sucesivos máximos a corto y medio plazo”, concluyen.