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Canadá y Australia compiten por el mercado del “oro digital”, Reino Unido se retira

Ha habido una gran cantidad de rumores en torno a las ofertas de «oro digital» que permiten a los compradores adquirir cantidades fraccionarias de oro en un “mercado” en el que el propietario recibe una prueba digital de propiedad respaldada por oro físico almacenado en una bóveda, bien de la Royal Canadian Mint, o de la australiana Perth Mint. A finales de octubre, la British Royal Mint anunció que sus planes para ofrecer un producto digital basado en oro habían quedado en suspenso.

Los defensores del oro digital argumentan que “el comercio de éste accede al siglo XXI al permitir que el metal precioso se negocie en una plataforma digital, similar a las criptomonedas, como Bitcoin, Litecoin, etc.” Además, añaden que “estas plataformas digitales pueden ser la mejor alternativa a los fondos de intercambio de oro (ETFS), ya que pueden tener opciones de negociación las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en comparación con los ETF de oro que se negocian solo durante las horas de mercado de lunes a viernes (excepto los días festivos)”, según cuenta Gold News.

Sin embargo, hay algunas desventajas significativas en la compra de oro a través del sistema apoyado en las nuevas tecnologías: smartphone, móviles, tablets… En primer lugar, el metal no es un activo digital, es un elemento inerte, con propiedades únicas, incluida la belleza inherente que se aprecia mejor en forma física.

La noticia ha saltado desde el Reino Unido: la decisión de British Royal Mint de detener los planes para lanzar una oferta digital de oro, ya que según la Ceca de Llantisant “las consideraciones reglamentarias deben tomarse en serio”.

Las consideraciones jurídicas pueden cambiar sus puntos de vista y leyes con respecto a las ofertas de oro digital, incluido el aumento de informes y otros requisitos reglamentarios en las plataformas comercializadoras, cuyos gastos pueden transmitirse a sus clientes.

También es posible que dichas plataformas digitales de oro sean cerradas por ley o por el operador debido al alto costo de cumplimiento. Si bien puede tener la suerte de no perder el valor de su oro en el caso de un cierre de su plataforma digital, puede llevar años recuperar su inversión.

Por otra parte, razona Gold News, las ofertas de oro digital que a menudo tienen características de entrega, generalmente no son tan rentables como la acción de comprar oro a un distribuidor de lingotes de confianza y las opciones para el tipo de oro que puede haber entregado generalmente se limitan a menos de un puñado de productos.

Los costos de almacenamiento se fijan también en plataformas digitales y pueden sumarse a lo largo de años de tenencias en las bóvedas de las empresas comercializadoras, por ahora canadiense y australiana.

Una vez que se toma posesión de del oro físico, lo posees. No es necesario realizar solicitudes a terceros para recuperarlo o preguntarse si su oro digital realmente existe en el vehículo de inversión que compró. Cuando compras oro físico, puedes verlo y retenerlo. Tampoco depende de terceros para almacenar y asegurar su oro. Cuando tiene metales preciosos, no está sujeto a la malversación o quiebra de la entidad que posee o asegura sus metales.

El oro digital puede dejar de estar disponible durante terribles momentos como una crisis bancaria, una interrupción del servicio eléctrico o de Internet.

Cuando el poseedor almacena por sí mismo su oro, ya sea en su casa o fuera de ella, sabe dónde está en todo momento y, dependiendo de su ubicación de almacenamiento seleccionada, puede acceder a ella.

Hace más de un año, en marzo de 2017, decía OroinformaciónEl oro y, por extensión, los metales preciosos, han sido considerados valores refugio, porque son capaces de mantener el poder adquisitivo de sus poseedores incluso en las condiciones más difíciles. Sin embargo, el carácter de valor refugio se está concediendo de una forma demasiado alegre a otros activos que, ni por asomo, comparten con el oro y la plata físicos esta condición”.

Si bien el oro digital puede ofrecer cierto grado de conveniencia, el viejo adagio se aplica al comprar oro: si no lo tienes, no lo tienes.

No obstante, bienvenidas sean todas las posibilidades de adquirir oro o de poner el mismo a disposición de los ahorradores e inversores de la manera más fácil posible, aunque sea a costa de no ser seguras al 100%.

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