Tras alcanzar su récord histórico a principios del pasado mes de agosto, con 2.067 dólares la onza, el precio del oro ha sufrido una corrección que lo ha llevado hasta su nivel más bajo de los últimos dos meses, con 1.860 dólares la onza. Sin embargo, los analistas no están preocupados y creen que su evolución va a seguir siendo positiva en los próximos meses.
Según un reciente informe de Capital Economics, el oro va a cerrar el año a un precio más alto de lo que sus analistas habían pronosticado. La consultora británica ha revisado al alza sus previsiones anteriores sobre el precio del oro, subiendo de 1.900 a 2.000 dólares la onza el precio estimado para final de año y alcanzando los 2.100 en 2021.
Una revisión que se produce en un momento de corrección del precio del oro, que registra su mayor caída desde la que se produjo el pasado mes de marzo, cuando comenzaron a aplicarse las medidas de confinamiento para combatir el avance del Covid-19. El precio del oro ha caído por debajo de los 1.900 dólares la onza, perdiendo alrededor del 5% durante la pasada semana.
Según Samuel Burman, analista de commodities de Capital Economics, el oro se enfrenta al buen momento del dólar, que durante la semana pasada registró su máximo nivel de los últimos dos meses.
Sin embargo, el analista cree que la bajada de los rendimientos reales de los bonos va a acabar pesando en la divisa estadounidense y disparando el precio del oro: “debido a que el oro no ofrece rendimientos por sí mismo, su atractivo como activo de inversión está determinado por los rendimientos del resto de activos refugio contra los que compite, como los bonos del Tesoro estadounidense. Sus rendimientos reales se han desplomado en los últimos meses como resultado de la caída de los tipos de interés y el aumento de las previsiones de inflación”.
Desde Capital Economics creen que el precio del oro va a seguir subiendo hasta finales de 2021, debido a la caída de los intereses reales de los bonos, que van a influir en el nivel del dólar estadounidense.
Las previsiones de la firma británica apuntan a que, con la Reserva Federal manteniendo los tipos de interés cercanos a cero al menos hasta el año 2023, los rendimientos nominales de los bonos del Tesoro a 10 años cerrarán el año a 50 puntos básicos y se mantendrán en ese nivel durante el futuro cercano.
“Esta caída, junto a las mayores expectativas de inflación debido a la recuperación de la economía estadounidense, significa que los rendimientos reales de los bonos van a caer”, señala Burman en el informe.
Además de este aumento previsto de la inflación y de la caída de los rendimientos reales de los bonos, desde Capital Economics aseguran que el precio del oro subirá hacia finales de año, mientras los inversores continúan a la caza de activos refugio en los que depositar su dinero, en un entorno marcado por la devastación mundial causada por la pandemia de Covid-19.
“Si no se logra controlar pronto el Covid-19, la demanda de ETF podría aumentar aún más, lo que supondría un impulso adicional para el precio del oro”, concluye Burman.