China, el mayor productor mundial de oro, ha visto cómo la cifra de producción a cierre del tercer trimestre del año se ha reducido un 4,5% con respecto a la registrada en los nueve primeros meses de 2019. El consumo de joyas, lingotes y monedas también se ha reducido considerablemente con respecto a las cifras del año pasado.
Según publica el portal oficial de noticias de China, recogiendo datos de la China Gold Association (CGA), el país produjo un total de 262,93 toneladas de oro en los nueve primeros meses de 2020.
Una cifra que representa un descenso de 12,42 toneladas o, lo que es lo mismo, un 4,51% menos que la producción alcanzada entre enero y septiembre del año pasado.
China produjo en el conjunto del año 2019 un total de 383 toneladas de oro, un 5,2% menos que las 404 toneladas extraídas en 2018, según el informe Gold Focus 2020. Una cifra que aún está lejos de la producción máxima que el país alcanzó en 2016, con 463,7 toneladas.
En cuanto al consumo, las cifras de la China Gold Association revelan una caída del 28,66% respecto a las cifras de los tres primeros trimestres de 2019, hasta las 548,09 toneladas.
El sector de la joyería redujo su demanda en un 34,43%, hasta las 343,08 toneladas, en el periodo enero-septiembre de 2020.
Por su parte, el consumo de monedas y lingotes de oro cayó un 14,07% respecto a las cifras de 2019 y totalizó 142,52 toneladas.
La demanda de oro por parte de la industria china disminuyó en un 21,11% respecto al año pasado, hasta 62,49 toneladas.
Sin embargo, desde la CGA son optimistas respecto a la evolución futura del consumo de oro en China, ya que los datos más recientes apuntan a una recuperación de la economía doméstica, que se ha plasmado en un aumento de la demanda de oro debido a la revitalización del consumo.
Así, en el tercer trimestre del año, el consumo de oro en China creció un 28,71% con respecto a la cifra registrada en el trimestre anterior, lo que augura una recuperación de la demanda en próximas fechas.
La caída de la demanda de oro en mercados tradicionalmente potentes como la propia China y la India ha sido uno de los principales efectos de la pandemia en el mercado mundial del metal precioso.
Esta demanda de Oriente se ha visto reemplazada por el incremento de la demanda de inversión procedente de Occidente, especialmente de los inversores de Europa y los Estados Unidos, que se han lanzado a la búsqueda de activos refugio como el oro, para contrarrestar la caída de los rendimientos de otros activos.