Desde 1982, China y su Panda, y desde 1990, Australia con su Koala, aparecieron unas piezas extraordinarias en los mercados numismáticos internacionales como monedas de colección y, a su vez, como bullion o monedas de inversión, con la particularidad de su peso y metal precioso: un kilogramo de plata pura. Ahora, España, a través de su Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda, se ha sumado a la lista de países acuñadores de moneda de un kilo de plata con una singular emisión dedicada a la historia del dólar estadounidense.
La realización de este “monedón” de un kilogramo de plata pura ha sido posible gracias al equipo de diseñadores y operarios de acuñación dirigido por Luis Antonio García Ruiz, jefe del Departamento de Grabado de la FNMT-Real Casa de la Moneda.
Como todo proceso tiene un inicio, esta moneda de un kilo de plata pura comenzó a pergeñarse durante el segundo trimestre de 2016, cuando el Departamento de Documentación de la Real Casa de la Moneda remitió las efemérides más relevantes del año siguiente. En la del año 2017 aparecía, entre otras, la del 225 aniversario de la creación del dólar como moneda de los Estados Unidos (Coinage Act). Sabiendo la relación que la moneda española de ocho reales tuvo en el diseño y especificaciones del dólar, “nos pareció un proyecto que, aparte de su contenido histórico, podría ser un producto muy comercial”, comenta a Oroinformación Gonzalo Moreno, desde la Dirección Comercial de la FNMT.
Claro que la acuñación de esta moneda está más pensada para ser coleccionada que para la inversión, como otras piezas de su formato en el ámbito internacional. La explicación de la Dirección Comercial de Monedas Conmemorativas de la FNMT-RCM es la siguiente: “por la política de altos valores faciales y, consecuentemente, la obligatoriedad de pagar al Tesoro, esta moneda tiene un valor facial de 300 euros. Si al coste de la fabricación le añadimos nuestro facial, se hace imposible la venta de este tipo de monedas como inversión”.
Al ser la primera moneda de este tipo acuñada en la Real Casa de la Moneda, no había unos antecedentes que les permitieran afinar la tirada. Tras realizarse una prospección de necesidades entre los distribuidores nacionales e internacionales, la cifra se acercaba a las 800 piezas. Ante el riesgo de un agotamiento de la emisión, se decidió que fuera 1.000 la tirada máxima, “cantidad suficiente, sin ser especulativa”, afirma Gonzalo Moreno.
Respecto al motivo principal que aparece en anverso y reverso del “monedón” de un kilo de plata, el dólar estadounidense, más de un receptor podría pensar que va dirigida hacia el público norteamericano, a lo que desde el Departamento Comercial afirman que “como todas las monedas que se emiten en la FNMT-RCM, el público objetivo principal es el español. En este caso, se nos han abierto opciones de distribuir monedas en los Estados Unidos, un mercado muy difícil, ya que es básicamente nacional; no obstante, en este momento, ya hemos distribuido en Europa más de 150 monedas”.
Luis Antonio García Ruiz, jefe del Dpto. de Grabado de la FNMT- RCM
El equipo de Oroinformación, tras pasar diferentes medias de seguridad y cruzar el espacio dedicado a la acuñación de monedas circulantes -en esos momentos varias máquinas “disparaban” miles de monedas de un euro recién acuñadas-, accedió al sancta sanctorum de la Ceca madrileña, el Departamento de Diseño y Grabado de Moneda.
Allí fue recibido por Luis Antonio García Ruiz, responsable del mismo, quien comenzó a relatar el proceso de realización de tan espectacular moneda: “el proyecto lo planteó nuestro Departamento Comercial. Era la primera vez que se acometía uno de esta envergadura en la Fábrica. En otras casas de la moneda sí se han hecho piezas de ese tamaño y de ese peso, pero para nosotros era un reto”.
Respecto al tema, el origen del dólar, García Ruiz explicó que “era una propuesta que ya hicimos hace unos años y que no se había llevado a cabo. Pero con este proyecto de la pieza de kilo se pensó que era más atractivo”.
Un proyecto que precisó de una detallada investigación previa: “lo primero que tuvimos que hacer fue recopilar información sobre las piezas que habían participado en el origen del dólar, entre ellas los ocho reales de cuño español, que son el auténtico origen de la pieza”, señaló.
En cuanto a las dificultades técnicas con que se han encontrado en el proceso de acuñación de esta pieza, García Ruiz afirmó que “ha habido bastantes diferencias en cuanto al sistema de acuñación, ya que hemos tenido que preparar utillaje nuevo para la prensa acuñadora, lo que ha supuesto un reto a la hora de hacer esta pieza. En cuanto a la ejecución técnica en sí, no ha habido tantas complicaciones, ya que la acuñación es prácticamente igual a la que llevamos a cabo en el caso del cincuentín, que tiene 73 mm de diámetro. En el caso de la moneda de kilo, lo único que ha habido que hacer ha sido cambiar la presión de las máquinas y preparar utillajes más resistentes”.
Sobre la resistencia de los materiales han sido fundamentales los cospeles o discos metálicos de plata, con fortaleza y resistencia para aguantar el golpe de la máquina que plasma las improntas o motivos en anverso y reverso de la moneda. Como en ocasiones anteriores, la procedencia de los mismos es totalmente española, más concretamente provenientes de la Sociedad Española de Metales Preciosos S. A. (Sempsa).
Otra de las particularidades a destacar en la producción de esta moneda de un kilo de plata es que, por primera vez en la FNMT, el canto va grabado con una numeración del 0001 al 1000, correspondiente a la tirada y número de ejemplares de la emisión.
Julián Zamorano es el responsable del grabado a láser del canto de la moneda
El proceso de grabado del canto de esta moneda se realiza en un área contigua, en la que es dueño y señor Julián Zamorano, quien realizó para nuestras cámaras el proceso de grabado con láser del canto.
Los diseños los han ejecutado Luis José Díaz y Begoña Castellanos, grabadores que cuentan con muchos años de experiencia en la fábrica. En concreto, Luis José Díaz ha sido el responsable del retrato del Rey y Begoña Castellanos se ha encargado del resto del grabado de la pieza.
Luis José Díaz, grabador de la Real Casa de la Moneda
Uno de los grandes artistas de diseño y grabado de la FNMT, Luis José Díaz realizó el modelado y grabado del reverso de la pieza, realizada “prácticamente entera mediante procedimientos digitales. Es una tecnología que estamos introduciendo ahora y que, por una parte, nos ha costado implementar, pero nos ha facilitado el cohesionar todas las piezas para que quedasen similares en cuanto a volúmenes. Esta tecnología permite flexibilizar mucho la forma de trabajar. Pero como en toda novedad, los inicios son un poco duros” comentó Díaz.
El hecho de que esta moneda tenga unas dimensiones mayores de lo acostumbrado, ¿supone un reto para el diseñador?, pregunta OI, a lo que el grabador de la FNMT respondió con total sinceridad “no especialmente; estamos acostumbrados a trabajar piezas grandes, aunque no tanto como ésta. El peso nos da lo mismo, lo que nos preocupa es el diámetro de la moneda, sus 100 mm. Estamos acostumbrados a piezas de 73 mm., como el cincuentín”.
“En este caso -continúa señalando Luis José Díaz-, el proceso de diseño ha sido muy laborioso por la necesidad de buscar documentación sobre las monedas que se han reproducido en anverso y reverso. Casi todas las monedas históricas que hemos encontrado estaban muy deterioradas y hemos tenido que imaginarnos cómo serían las piezas originales”.
Begoña Castellanos, grabadora de la Real Casa de la Moneda
Por su parte, Begoña Castellanos, autora del anverso, destacó que no es la primera vez que se ejecuta la composición de varios retratos e imágenes en una misma moneda: “ya se ha hecho en otras ocasiones, con varios escudos de los Borbones, por ejemplo, o los escudos de las Autonomías. Pero sí es la primera vez que se hace con reproducciones de varias monedas”.
“En esta ocasión, al estar dedicada a los antecedentes del dólar, la composición está conformada por imágenes de distintas piezas de la época. En el anverso aparecen tres monedas: el primer dólar de plata, una pieza de ocho reales española pero acuñada en México y un thaler o tálero alemán, que es el que dio origen a la palabra dólar”, afirma Castellanos.
Begoña Castellanos muy satisfecha con el acabado final de la moneda
En cuanto a las ventajas o desventajas del gran tamaño de la superficie de ambas caras de la moneda, la experta grabadora explicó que “para el grabador es una ventaja, porque tiene más relieve con el que trabajar. La auténtica dificultad viene después, en el proceso de acuñación, porque una pieza tan grande es más difícil de acuñar y tiene unos requisitos especiales. De todas formas, el trabajo de grabado de esta pieza ha sido muy laborioso, porque es como modelar seis monedas en vez de una: el anverso y el reverso de tres monedas”.
En cuanto al proceso que se ha seguido para el diseño y grabado de la moneda de un kilo de plata, la grabadora detalló el mismo: “primero nos documentamos sobre las monedas que teníamos que reproducir. De algunas de ellas teníamos ejemplares en el Museo Casa de la Moneda, pero de otras solo contábamos con información fotográfica. El problema es que algunas de estas monedas estaban bastante deterioradas, con las leyendas y los motivos desgastados, por lo que ha habido que restaurar los diseños para que tuvieran su aspecto original. Hemos hecho una composición por ordenador de lo que era el diseño, hasta que nos ha gustado el orden de las piezas con sus leyendas. Y luego ha habido que modelar cada una de esas caras y volver a componer el conjunto en relieve”.
Respecto al grado de satisfacción final, la diseñadora y grabadora de la FNMT- RCM fue concluyente: “sí, ha quedado bastante bien. Ha habido alguna cosa que nos habría gustado cambiar, pero en conjunto ha quedado bien. Sorprende, al tenerla en la mano, lo que pesa”.
Vaya si pesa, nada menos que un kilo y de plata.