La llamada neuromodulación o neuroestimulación es una terapia que actúa directamente sobre el sistema nervioso, por medio de la implantación de dispositivos que transmiten impulsos eléctricos a los nervios o al cerebro. Se utiliza para aliviar los síntomas de numerosos trastornos y enfermedades: epilepsia, derrame, migraña, dolores crónicos, enfermedad de Parkinson… El platino, por sus características, es uno de los elementos más adecuados para este tipo de dispositivos.
Como explican desde el Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC, por sus siglas en inglés), los dispositivos de neuroestimulación funcionan aplicando electrodos al cerebro, la médula espinal o los nervios periféricos, dependiendo de la enfermedad que se quiera tratar.
Estos electrodos se conectan a un generador de impulsos y a una fuente de alimentación que genera la necesaria estimulación eléctrica. Ciertos dispositivos de neuromodulación utilizan electrodos de platino e iridio y pueden incorporar componentes de platino en los generadores de impulsos.
Las especiales características del platino lo hacen especialmente apropiado para la fabricación de dispositivos médicos como los neuromoduladores. El platino es un excelente conductor de la electricidad y, debido a su gran pureza, es altamente biocompatible: el cuerpo humano lo tolera bien ya que es muy improbable que provoque una reacción alérgica.
Además, el platino es inerte y no se corroe después de insertarlo en el cuerpo humano.
Según explican desde el WPIC, la neuroestimulación tal y como hoy la conocemos empezó en los años 60 del siglo XX, cuando se comenzaron a utilizar dispositivos de estimulación cerebral para tratar determinados dolores. Desde entonces, el campo de la biotecnología ha avanzado enormemente, con dispositivos cada vez más pequeños y con mayores funcionalidades.
La aparición de los sistemas micro-eléctrico-mecánicos (MEMS) y de las técnicas de nanotecnología también ha influido en los enormes avances que se han registrado en este campo.
Según la Sociedad Internacional de Neuromodulación, citando un informe de investigación de mercados realizado por Neurotech Reports, se estima que la neuromodulación va a ser una de las industrias de mayor crecimiento durante la próxima década. En 2018, su mercado estaba valorado en unos 8.400 millones de dólares, con el potencial de crecer hasta los 13.300 millones en 2022.
Además de su uso en los dispositivos de neuromodulación, el platino cuenta con una amplia gama de aplicaciones médicas, entre las que se encuentran los catéteres, stents, dispositivos para eliminar coágulos y marcapasos. También se utiliza en algunos tratamientos del cáncer, por medio de un compuesto conocido como cisplatino.
En 2018, la demanda de platino por parte del sector médico para todo este tipo de aplicaciones se elevó a 240.000 onzas (7,46 Tm) y se espera que la cifra siga creciendo.
También se espera que crezca la demanda de dispositivos de neuromodulación por parte del sistema sanitario, debido a factores demográficos (la población mundial crecerá hasta superar los 8.500 millones de habitantes en 2050, según Naciones Unidas) y al aumento del acceso a los cuidados médicos avanzados tanto en los países desarrollados como en los emergentes.
Todo esto implica un panorama muy positivo en cuanto a la demanda de platino por parte de la industria médica.
(Foto: Universidad de Berkeley)