Después de años de no sumar oro a sus reservas una serie de bancos centrales han comenzado a hacer compras, o han aumentado las mismas. En los últimos diez años esas entidades bancarias nacionales, sobre todo de Asia y Europa, han ido escalando puestos en el top10 del ranking que elabora mensualmente el Consejo Mundial del Oro.
Las economías internacionales han mejorado, pero la reciente desaceleración en China indica que tal vez seguir aumentando deuda pública o bonos del Estado de terceros países, sobre todo de Estados Unidos, ya no ofrece un rendimiento adecuado, mientras que la deuda emitida anteriormente sigue sin pagar. En este contexto, parece que algunos bancos centrales están asegurando sus reservas agregando oro como seguro contra cualquier momento de crisis crediticia local o global.
El Banco Central de la Federación de Rusia ha sido el mayor comprador de oro del mundo en los últimos cinco años, agregando más de 1.000 toneladas de oro en este quinquenio. El año pasado, Rusia aumentó 224 toneladas de oro a sus reservas. Este año, Rusia está en camino de superar las adiciones del año pasado, habiendo comprado más de 199 toneladas de oro hasta septiembre, con lo que conforma ya una cifra superior a las 2.000 toneladas, ocupando así el quinto lugar de esa lista de privilegiados países con mayor número de reservas de metal dorado, según el World Gold Council.
Durante el pasado mes de agosto, el Banco Nacional de Kazajistán agregó oro de tal manera que le han colocado en el puesto 13 entre las naciones con mayor número de reservas.
Los ciudadanos de la India poseen, quizás, la mayor cantidad de metal precioso de todas las personas en la tierra. Se estima que entre los tenedores privados de metal y los templos hay aproximadamente 22.000 toneladas de oro en el país del Taj Mahal. El Banco de la Reserva de la India, sin embargo, mantuvo en sus reservas unas modestas 557 toneladas durante los últimos diez años, hasta este año cuando el RBI agregó 2,2 toneladas en marzo, 0,6 toneladas en abril, 0,9 toneladas en mayo, 4,4 toneladas en junio, 6,8 toneladas en julio y 7,9 toneladas en septiembre, aumentando las reservas hasta las 580 toneladas y colocándose en el puesto número 11 del ranking.
Polonia y su Banco Nacional se convirtieron en la primera nación de la Unión Europea en agregar oro a las reservas este año, sumando 1,9 toneladas en julio y 7,5 toneladas oro en agosto. Las reservas de oro polacas ahora se ubican en 112,3 toneladas, lo suficientemente bueno para ocupar el puesto 33 entre las naciones con oro.
A principios de octubre, el Banco Central de Hungría anunció un aumento de 10 veces más en sus reservas, ya que incorporó 28 toneladas de oro, llevando sus reservas totales a niveles que se vieron por última vez en 1946. En un comunicado de prensa, el Banco Central de Hungría anunció la razón por la que han añadido últimamente oro a sus reservas:
“En consonancia con el papel histórico del oro, éste sigue siendo uno de los instrumentos más seguros del mundo (énfasis agregado), incluso en condiciones normales de mercado proporciona una función de estabilidad y fomento de la confianza”.
Antes de la reciente compra de Hungría, la nación centroeuropea tenía solo 3,1 toneladas de oro, que colocaba al país magiar en el puesto 89. Con la reciente adición de metal, ahora cuenta con 31,5 toneladas y se ha colocado en el lugar 55, detrás de Eslovaquia (31,7 toneladas) y por delante de Qatar (26,6 toneladas).
Está sumamente claro que los bancos centrales están saliendo de su letargo de muchos años, salvo Rusia y China, y envidando por el metal precioso por excelencia, frente a bonos de Estado, divisas y otros papeles que van perdiendo fuerza, se van debilitando y, sobre todo, van empujando a las economías internacionales hacia el abismo de la inflación.