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Crimea y Ucrania siguen enfrentándose en los tribunales por el oro de los escitas

Pieza de oro de la exposición sobre los escitas ene l Museo Allard Pierson de Ámsterdam (Holanda)

Continúa el litigio judicial que enfrenta a Crimea y Ucrania por la propiedad de una serie de piezas de oro de la civilización escita, cedidas en 2013 por cuatro museos de Crimea para su exhibición en sendos museos de Bonn (Alemania) y Ámsterdam (Holanda).

La historia de este litigio resulta muy enrevesada. En 2013 se produjo la cesión de una serie de piezas de oro de la civilización escita (espadas, vainas, cascos y joyas), por parte de cinco museos que entonces se encontraban en territorio de Ucrania. Cuatro de ellos, en la península de Crimea.

Las piezas, de gran valor histórico y material, formaban parte de una exposición titulada “Crimea: oro y secretos del Mar Negro”, que había sido exhibida en un museo de Bonn (Alemania) y desde febrero hasta agosto de 2014 en el Museo Allard Pierson de Ámsterdam (Holanda).

Como explicábamos en una información publicada en este periódico en diciembre de 2016, la situación que contemplaban los acuerdos individuales firmados por el muso holandés con los museos de donde procedían las piezas cambió radicalmente en marzo de 2014.

En esas fechas se produjo la declaración de independencia de la República de Crimea, escindiéndose de Ucrania. Una independencia que solo fue reconocida por Rusia.

Cuatro de los cinco museos que prestaron las piezas al Museo Allard Pierson se encontraban en el territorio de Crimea y, por tanto, habían pasado de formar parte de Ucrania a ser un territorio independiente, aunque solo reconocido por Rusia.

Crimea reivindicó la devolución de las piezas, alegando que los museos estaban en su territorio. Una reclamación respaldada por Rusia. Ucrania, por su parte, lo consideraba un expolio y se presentó como legítima propietaria. Y Holanda se encontraba entre la espada y la pared, porque no sabía a quién tenía que devolver el oro de los escitas, así que esperó a que las partes llegaran a un acuerdo o a que lo aclarase una resolución de los tribunales de Justicia.

En diciembre de 2016, los tribunales holandeses fallaron que las piezas debían devolverse a Ucrania, ya que solo los estados soberanos (y la República de Crimea no estaba considerada como tal) pueden reclamar objetos considerados de patrimonio cultural.

Recurso de Crimea

El Gobierno de Crimea presentó un recurso de apelación ante el Tribunal de Apelaciones de Ámsterdam que el pasado 16 de julio comunicó que aplazaba su veredicto sobre el caso hasta dentro de nueve meses, para “obtener información adicional de las partes para esclarecer el derecho de propiedad”.

En su comunicación, el tribunal reconoce que el Museo Allard Pierson de Ámsterdan “tiene derecho a retener los tesoros de Crimea mientras dure el proceso judicial”.

Como es lógico, la decisión, aunque preliminar, ha escocido en Crimea. Según declaró la directora del Museo Histórico y Cultural de Crimea Oriental, Tatiana Umríjina, al diario ruso Sputnik, el Gobierno de Crimea aportará al tribunal los datos que acreditan la propiedad de los objetos de oro: el derecho internacional está completamente a nuestro favor, ya que cada uno de los cuatro museos cuenta con un acuerdo individual firmado con el museo de Allard Pierson”.

De momento, el oro va a permanecer expuesto en las instalaciones del museo holandés, a la espera de una resolución definitiva sobre su propiedad.

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