El creciente uso de platino y paladio en diversas industrias y lo reducido de su suministro obliga a aumentar el suministro procedente del reciclaje, sobre todo de los catalizadores de los automóviles. Una compañía estadounidense ha presentado una nueva tecnología para extraer los metales preciosos, platino y paladio, de estos catalizadores diésel reciclados, que permitirá generar beneficios de hasta 100 millones de dólares anuales.
Como explican desde Streetwise Reports, la compañía Mineworx va a poner a prueba su novedosa tecnología en la planta de producción que va a poner en marcha, una vez que las pruebas llevadas a cabo a pequeña escala han resultado totalmente satisfactorias.
Según los datos de Mineworx, existen alrededor de 287 millones de automóviles y camiones en los Estados Unidos. Desde 1977, todos estos vehículos van equipados con un catalizador, que reduce las emisiones tóxicas de los gases de escape.
Todos estos millones de catalizadores de los vehículos diésel constituyen una importante fuente de recursos. Cada uno de ellos contiene entre tres y siete gramos de platino y de dos a siete gramos de paladio.
Los precios spot de ambos metales están en torno a los 38 y los 92 dólares el gramo, por lo que la cantidad de metales susceptibles de reciclarse no es desdeñable. La dificultad está en separar los metales del resto de componentes de los catalizadores.
Hasta ahora, este proceso se llevaba a cabo en fundiciones, que emitían gases contaminantes y en las que había un importante riesgo de explosión si los materiales no se manipulaban de forma apropiada. Además, muchas fundiciones ya están desbordadas por la cantidad de catalizadores que tienen que procesar y ya no aceptan más.
Esta oportunidad de negocio ha sido aprovechada por Greg Pendura, CEO de Mineworx, para construir la mayor instalación de reciclaje de catalizadores de América del Norte, en el estado de Tennessee.
Según Pendura, “nuestros métodos, basados en las tecnologías limpias, son mucho mejores para el medio ambiente que los de las fundiciones. Producen menores emisiones y son mucho menos volátiles. En segundo lugar, si se pueden reciclar estos metales preciosos, no hará falta extraer tantos, lo que reducirá los costes monetarios y sociales que implica la minería. Y en tercero, el reciclaje nos permitirá ofrecer un producto a un coste más predecible, con menor incertidumbres en cuanto a la cadena de suministros”.
El endurecimiento de las normas relativas a las emisiones contaminantes ha obligado a los fabricantes a introducir mayores porcentajes de platino, paladio y rodio en los nuevos catalizadores, por lo que se hace necesario crear un procedimiento para el reciclaje de los mismos, de una forma económica, eficiente y responsable con el medio ambiente.
El proceso comienza reduciendo a polvo los componentes de los catalizadores. El polvo de platino y paladio se extraen mediante procedimientos químicos y se recuperan en un concentrado, que luego se refina y se convierte en lingotes.
Cuando la planta de reciclaje de Tennessee se encuentra plenamente operativa, será capaz de procesar hasta 10 toneladas al día, o 3.120 toneladas al año. La ratio de reciclaje por tonelada se espera que alcance los 1.500 gramos de platino y los 170 gramos de paladio diarios.
A esa escala, la compañía prevé generar unos beneficios de hasta 100 millones de dólares anuales, con un margen del 20%.