Un equipo de arqueólogos ha descubierto un tesoro formado por monedas de oro y un pendiente del mismo metal, de unos 900 años de antigüedad, en unas excavaciones realizadas en la ciudad portuaria israelí de Cesarea.
Las monedas y el pendiente fueron hallados en una vasija de bronce que se encontraba encajada entre dos piedras, junto a un pozo que formaba parte de una vivienda construida en el periodo de los califatos abasí y fatimí (entre los años 909 y 1171 d. C.).
Según la Autoridad de Antigüedades de Israel, se supone que los propietarios de las monedas y el pendiente las escondieron antes de que los cruzados conquistaran Cesarea en el año 1101.
Los arqueólogos que han participado en el descubrimiento especulan con que el propietario de las piezas estuviera entre las víctimas de la masacre de la ciudad llevada a cabo por el ejército del rey Balduino I, entre los años 1100 y 1118, durante la Primera Cruzada.
Balduino I, también conocido como Balduino de Boulogne o Balduino de Jerusalén, fue hermano de Godofredo de Bouillon y lideró la Primera Cruzada, convirtiéndose en el primer rey de Jerusalén, entre 1100 y su muerte en 1118.
Para el equipo de arqueólogos, el tesoro es un testigo silencioso de uno de los acontecimientos más dramáticos de la historia de Cesarea: la violenta conquista de la ciudad por parte de los cruzados.
Según los directores de la excavación, Peter Gendelman y Mohammed Hatar, es razonable pensar que el propietario del tesoro y su familia murieron en la masacre o fueron vendidos como esclavos, por los que no fueron capaces de recuperar el oro que habían escondido.
El tesoro contiene, en opinión de los expertos numismáticos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, una serie de monedas que no se habían visto hasta ahora en el país. Un total de 18 de ellas han sido identificadas como dinares, que era la moneda de curso legal durante el califato fatimí, que gobernó una amplia zona del Mediterráneo entre los años 909 y 1171 d. C.
Junto a ellas se han encontrado también seis sólidos de oro del Imperio Bizantino. Cinco de ellos son cóncavos y fueron acuñados durante el reinado del emperador Miguel VII Ducas (1071-1079 d. C.).
La excavación en la que se ha encontrado el tesoro forma parte del proyecto Cesarea, financiado por la Edmond de Rothschild Foundation, en cooperación con la Compañía de Desarrollo de Cesarea, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel.
El objetivo del proyecto es preservar las ruinas de la antigua ciudad de Cesarea.