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El BCE recuerda a los bancos centrales que debe autorizar los movimientos en sus reservas

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo

Los bancos centrales de los países de la Eurozona deben solicitar la autorización del Banco Central Europeo para realizar cualquier movimiento en sus reservas estratégicas, que incluyen tanto divisas extranjeras como oro, según ha recordado el presidente de este organismo, el italiano Mario Draghi.

Los bancos centrales han batido récords de compra de oro durante el pasado año y en los primeros meses de 2019. Durante 2018, el sector oficial adquirió 651,1 toneladas de oro, un 74% más que el año anterior y la cantidad más alta de los últimos 50 años.

Aunque una buena parte de este aumento se ha debido a la frenética actividad de algunos bancos centrales en concreto (Rusia, Turquía y Kazajistán, especialmente), resulta muy significativo el hecho de que algunos bancos centrales que llevaban tiempo sin realizar movimientos en sus reservas de oro hayan acudido de nuevo al mercado.

Entre ellos se encuentran algunos bancos de países miembros de la Unión Europea, como Polonia o Hungría. En el caso de Polonia, el país adquirió más de 13 toneladas de oro durante 2018; sus reservas actuales se elevan a 128,6 toneladas.

Por su parte, Hungría multiplicó por diez sus reservas de oro en ese mismo periodo, pasando de apenas 3,1 toneladas a 31,5, en una clara apuesta de su Gobierno por el metal precioso como activo estratégico.

Estas circunstancias, junto con la polémica que se ha desatado en Francia y en Italia después de que los respectivos gobiernos dejaran caer la posibilidad de utilizar parte de las reservas de oro para negociar en el mercado internacional, han hecho salir a la palestra al Banco Central Europeo, para aclarar ciertas cuestiones.

En efecto, el pasado jueves, 28 de marzo, el presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, aprovechó para recordar que el Banco Central Europeo debe aprobar tanto las operaciones realizadas con las reservas en divisas extranjeras por parte de los bancos centrales nacionales (…) como las transacciones realizadas por los estados miembros en los mercados internacionales a partir de cierto límite”.

Draghi realizó esta advertencia en respuesta a las preguntas de dos parlamentarios italianos. Según el presidente del BCE, “el objetivo de ejercer esta competencia es asegurar la consistencia y regularidad con los tipos de interés y la política monetaria de la Unión”.

Las advertencias de Draghi pueden interpretarse como un aviso a navegantes ante los movimientos realizados en el mercado internacional del oro por diversos bancos centrales, incluyendo algunos europeos, y a los objetivos de algunos de los miembros de la Eurozona de negociar con sus reservas de oro.

Hay que recordar que los bancos centrales de los países de la Eurozona coordinaron sus operaciones de venta de parte de sus reservas, que se llevaron a cabo en varias fases entre 2000 y 2010, hasta casi liquidar las mismas. Unas ventas que no se realizaron en el mejor momento, ya que el precio del oro comenzó a subir después de que se hubieran llevado a cabo estas operaciones.

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