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EEUU estuvo a punto de volver al patrón oro en 1984

A muy pocos les sonará el nombre de Jack Kemp, congresista por Nueva York y candidato por el Partido Republicano a la vicepresidencia de los Estados Unidos en 1996, además de campeón de la liga profesional de fútbol americano con los Buffalo Bills.

Considerado como el sucesor de Ronald Reagan (con quien figura en la fotografía) Kemp llegó a presentarse a las elecciones a la presidencia en 1988, y concurrió junto a Bob Dole en las presidenciales de 1996. Entre 1989 y 1993 ocupó el cargo de Secretario de la Vivienda en la administración de George Bush padre. Derrotado por Bill Clinton, Kemp renunció a presentarse a las elecciones presidenciales de 2000.

Además de todo esto, en su currículum figura otro hito: Kemp fue el promotor de la llamada Gold Standard Act de 1984, un anteproyecto de ley que establecía las bases para que los Estados Unidos volvieran al patrón oro.

En 1971, el entonces presidente Richard Nixon aprobó una serie de medidas políticas y económicas que fueron conocidas como ‘Nixon Shock’, y entre las que se incluía la derogación unilateral de los acuerdos de Bretton Woods, lo que suponía que EE UU abandonaba el patrón oro.

El anteproyecto de Jack Kemp, que fue apoyado, entre otros, por Newt Gingrich, eterno aspirante a candidato a la presidencia por el Partido Republicano, ex presidente de la Cámara de Representantes y uno de los principales opositores a la política económica de Barack Obama.

Oro de 900 milésimas

La Gold Standard Act de 1984 incluía una serie de medidas concretas que exponen, de forma muy ilustrativa, cómo debía llevarse a cabo este regreso al patrón oro en Estados Unidos.

En un apartado denominado “Reestablecimiento del patrón oro”, se indicaba textualmente: “En el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley, el Secretario del Tesoro establecerá una definición permanente del dólar, expresada como un peso fijo en oro de 900 milésimas de pureza. Ese peso fijo en oro será el patrón y unidad de valor en Estados Unidos. En todas las formas de dinero o monedas acuñadas en los Estados Unidos se mantendrá una paridad con este patrón”.

En el siguiente apartado de la Gold Standard Act, que se titula “Reestablecimiento de la convertibilidad en oro”, se señala que “en el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley, cualquier persona podrá cambiar dinero, monedas estadounidenses o letras del Tesoro por oro en cualquier banco de la Reserva Federal. Ese cambio deberá hacerse en monedas de oro o en su equivalente en lingotes”.

Como es lógico, el proyecto también contemplaba la necesidad de acuñar monedas de oro para hacer frente a las previsibles necesidades. En el apartado “Provisión para acuñación”, el proyecto establece que “El Secretario del Tesoro ordenará la acuñación de monedas de oro de peso, denominaciones y formas que mejor sirvan para realizar los pagos en oro y para las necesidades del comercio. Las monedas acuñadas por este mandato serán de curso legal y servirán para pagar todo tipo de deudas, multas o impuestos”.

El proyecto económico de Jack Kemp, que luego sería asumido por Steve Forbes en las campañas electorales de 1996 y 2000, defendía, además de esta vuelta al patrón oro, una bajada de impuestos y el establecimiento de un “impuesto plano” con una tasa inferior al 20%. Más de 30 gobiernos de todo el mundo adoptarían este sistema fiscal, pero Estados Unidos no estaba entre ellos.

Finalmente, el Congreso de los Estados Unidos, en sesión del 29 de junio de 1984, acabó con el sueño de Jack Kemp de resucitar los acuerdos de Bretton Woods. Nunca EE UU estuvo más cerca de haber vuelto a imponer el patrón oro en su sistema monetario.

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