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El acelerador de partículas podría servir para “crear” oro

El interior del acelerador de hadrones del CERN en Suiza

El sueño de los alquimistas de fabricar oro podría estar algo más cerca de la realidad, después de que los científicos que experimentan en el CERN, en Suiza, hayan descubierto restos de oro en el interior del acelerador de partículas.

Como explican desde el blog de Gainesville Coins, a diferencia de los diamantes, no existe ningún proceso de laboratorio para sintetizar oro. La única forma de obtenerlo es extraerlo del subsuelo.

Durante muchos siglos, alquimistas como el renombrado Nicolás Flamel dedicaron horas de estudio a tratar de encontrar una combinación química que les permitiera sintetizar el oro, o transformar otros metales menos nobles como el hierro o el plomo en ese metal precioso.

Estos experimentos nunca dieron resultado. Pero siglos después, la física de partículas puede abrir una puerta a la creación de oro en laboratorio. El laboratorio que el CERN (la Organización Europea para la Investigación nuclear) tiene en Suiza cuenta con el mayor acelerador de partículas del mundo. Una instalación que se utiliza para investigar la realidad a nivel cuántico.

El llamado Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), es una estructura formada por una enorme tubería circular, de varios kilómetros de longitud, rodeada por potentes imanes. Los físicos lo utilizan para acelerar pequeñas partículas hasta la máxima velocidad posible, cerca de la velocidad de la luz, para hacerlas colisionar con otras partículas y observar los efectos de esta colisión.

Hace dos años, los investigadores del CERN descubrieron que se estaba formando una delgada capa de material en el interior de la tubería del LHC. Ese material era oro, en concreto, una aleación del 90% de oro y el 10% de platino y de otros metales de mayor rareza.

Aunque la película apenas medía cuatro micras de espesor (0,004 milímetros), estaba depositada sobre una gran extensión de los 27 kilómetros de tuberías del LHC, lo que arrojaba una cantidad nada despreciable de casi cuatro toneladas de oro.

De momento, los científicos no han descubierto por qué motivo se ha creado este revestimiento de oro en las tuberías del acelerador de partículas, un hecho que les sorprendió desde el principio y que no estaba contemplado entre los posibles “daños colaterales” de los experimentos.

Habrá que esperar a que las investigaciones determinen el procedimiento por el que se ha “creado” este oro y sean capaces de replicar el mismo, además de lograr recuperar de forma económicamente rentable este oro depositado en las tuberías.

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