Uno de los factores que más han impulsado el precio del oro durante los últimos meses ha sido la guerra comercial protagonizada por los Estados Unidos y China, con la imposición mutua de aranceles a la importación de productos fabricados en los dos países. Según algunos analistas, la firma del llamado acuerdo ‘Fase Uno’, sin embargo, no pone fin a la guerra comercial ni a la incertidumbre geopolítica, que va a seguir contribuyendo a la subida del precio del oro.
En un post publicado en Goldhub, el blog del Consejo Mundial del Oro, su director de Investigación de Mercados, Alistair Hewitt, sostiene la opinión de que el primer acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China para poner fin a la guerra comercial no va a acabar con la incertidumbre geopolítica ni supone un cambio radical en las circunstancias actuales.
“Aunque las conversaciones entre ambos países son, sin duda, positivas para el comercio global, ¿realmente suponen un cambio sustancial en las circunstancias? Los mercados de capitales no parecen pensar lo mismo: apenas han experimentado una leve subida al conocerse la noticia. En cambio, el precio del oro cayó en un principio un 0,27%, antes de recuperar lentamente esta caída marginal”, explica el analista.
En opinión de Hewitt, el acuerdo ‘Fase Uno’ omite cuestiones fundamentales que se encuentran en el centro de las tensiones entre Estados Unidos y China. “Por ejemplo, EEUU va a mantener los aranceles sobre dos tercios de las importaciones desde China mientras continúan las negociaciones sobre la siguiente fase del acuerdo. Quedan pendientes numerosos temas espinosos que se tratarán en posteriores negociaciones, por lo que aún reina el escepticismo”, asegura el ejecutivo del Consejo Mundial del Oro.
En consecuencia, la opinión de Alastair Hewitt es que la incertidumbre y la volatilidad van a seguir siendo elevadas, como ya adelantó el propio Consejo Mundial del Oro en su informe sobre el escenario del oro en 2020.
Por ello, los inversores han estado tomando medidas. Por ejemplo, el año pasado los inversores institucionales y los bancos centrales acudieron en masa hacia el mercado del oro, en busca de un elemento diversificador: la demanda de ETF alcanzó las 400 toneladas en 2019, mientras que los bancos centrales habían adquirido alrededor de 600 toneladas de oro para sus reservas entre enero y finales del pasado mes de noviembre.
A comienzos de 2020, el precio del oro subió un 2%, consolidando una subida del 18% desde 2018, que le permitió alcanzar su precio más alto desde 2013.
“Así que, aunque Estados Unidos y China han dado un primer paso en las negociaciones comerciales, el optimismo es muy débil, ya que todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. Todo esto debería apoyar la subida del oro, mientras los inversores continúan buscando elementos diversificadores del riesgo ante la persistencia de la incertidumbre y la volatilidad”, concluye Hewitt.