El oro es considerado el rey de los metales preciosos, aunque en diversas ocasiones su precio se ha visto superado por alguno de los otros metales. Habitualmente el platino, uno de los metales más escasos de la Tierra, ha superado con creces el precio del oro, aunque en los últimos tiempos se haya desinflado. Ahora es el paladio el que amenaza el trono del rey, debido a una combinación de escasez de suministro y demanda creciente.
El paladio estaba inmerso en una racha alcista que se vio impulsada a finales del pasado mes de noviembre, con las declaraciones del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, quien desveló que la Fed va a ralentizar las subidas de tipos de interés durante el próximo año.
Una medida que va a afectar al dólar, fortalecido por las últimas subidas de tipos, y que va a comenzar a caer, lo que constituye una buena noticia para los metales preciosos, cuyos precios suelen moverse en dirección inversa a la divisa estadounidense. Un dólar más débil permite a los inversores que manejan otras divisas comprar oro a un precio más ventajoso.
El paladio, como señala Ed Moya, analista senior de mercados de OANDA, es un metal con una importante demanda procedente de la industria, que ha registrado una importante subida durante el segundo semestre del año.
Más de una tercera parte de la demanda corresponde al sector de la automoción, que lo utiliza en la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina (para los diésel se emplea platino).
El llamado “dieselgate”, el escándalo por la manipulación del software que controlaba las emisiones de los vehículos diésel de Volkswagen, a mediados de 2016, provocó una caída en picado de la demanda de este tipo de vehículos, especialmente en Europa, que era uno de sus principales mercados, y una subida de los de gasolina. Esto provocó una menor demanda de platino por parte de los fabricantes y, consiguientemente, una caída de su precio.
La situación ha llevado a que la correlación existente entre paladio y platino se encuentre ahora mismo en los niveles más bajos de la última década. El paladio no solo superó el precio del platino en septiembre de 2017, por primera vez desde 2001, sino que desde entonces ha ido ampliando la diferencia con el mismo hasta la actual, que ronda los 350 dólares la onza.
Sin embargo, el analista de OANDA cree que la diferencia podría reducirse si se llevan a cabo los planes de algunos fabricantes, que están estudiando la posibilidad de utilizar platino en los catalizadores de motores de gasolina, aprovechando su precio más bajo con respecto al paladio.
Éste se encuentra en situación de déficit de suministro (es decir, que la demanda es mayor que la producción) desde el año 2012 y se espera que continúe así en 2019.
La subida del precio del paladio lo ha llevado a reducir su diferencia con respecto al precio del oro hasta apenas 10 dólares la onza. Una diferencia que podría volver a crecer si el oro se beneficia de una posible inestabilidad geopolítica generada por la cumbre del G20.
En el caso del paladio, su factor fundamental es la seguridad de que el déficit de suministro y la previsión de crecimiento de la demanda van a continuar durante 2019.
En opinión de Moya, si prosigue la tendencia alcista del paladio, su precio podría dispararse hasta el entorno de los 1.280-1.300 dólares la onza, reduciendo el “gap” respecto al oro y, posiblemente, superándolo.
El paladio ha experimentado un notable crecimiento de precio con respecto al oro en los últimos años. En septiembre de 2011, su precio era de 783 dólares la onza, en comparación con los 1.920 dólares que había alcanzado el oro. Desde entonces, el paladio ha ido recortando la distancia que le separa del oro a razón de unos 150 dólares la onza cada año.
De hecho, a lo largo de la sesión del miércoles, 5 de diciembre, el precio del paladio ha alcanzado los 1.251 dólares la onza, sobrepasando el precio del oro por primera vez desde el mes de octubre de 2002, cuando ambos metales se encontraban en el entorno de los 320-330 dólares la onza.