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El banco central de Rusia quiere que se prohíba la inversión en criptomonedas

Sede del Banco Central de la Federación Rusa en Moscú.

Rusia continúa su lucha contra la inversión en bitcoin y otras criptomonedas. El Banco Central de la Federación Rusa argumenta que la inestabilidad financiera provocada por el creciente número de transacciones en criptomonedas podría afectar a los mercados financieros, por lo que sería recomendable prohibirla inversión en estos activos digitales.

Según informa la agencia  , fuentes del mercado financiero próximas al Banco Central de la Federación Rusa han señalado que la entidad quiere que se prohíba la inversión en criptomonedas en el país, debido al riesgo para la estabilidad financiera que supone el creciente número de transacciones relacionadas con activos como el bitcoin y otros.

Tras publicarse la noticia, la cotización del bitcoin cayó desde los 49.114 a 48.656 dólares.

Rusia lleva años alertando sobre el riesgo que suponen las criptomonedas, un activo que puede utilizarse para el blanqueo de capitales o para financiar el terrorismo. De hecho, el país solo les confirió estatus jurídico en 2020, aunque prohibió su uso como medio de pago.

Ahora, el banco central mantiene conversaciones con diversos actores del mercado y expertos sobre las posibilidades de prohibirlas. Sin embargo, según las mismas fuentes, en caso de que esta iniciativa se lleve a cabo, solo podría aplicarse a las nuevas compras de criptomonedas, pero no a las que fueron adquiridas en el pasado, ya que no es posible dotarle de efectos retroactivos.

Otra fuente de Reuters cercana al banco central ruso afirma que la postura actual de éste es de “completo rechazo” de todas las criptomonedas.

Desde la agencia han consultado sobre la materia al propio Banco Central de la Federación Rusa, desde donde han señalado que están preparando un informe en el que se aborda esta cuestión.

Según los datos del banco central, el volumen anual de transacciones con criptomonedas realizadas por los ciudadanos rusos se eleva a 5.000 millones de dólares.

Hace apenas unos días, la vicegobernadora primera del banco central ruso, Ksenia Yudaeva, advirtió que la creciente popularidad de las criptomonedas suponía un riesgo para la estabilidad financiera del país.

“La situación en los mercados desarrollados se parece cada vez más a la de la llamada economía sumergida”, apuntaba Yudaeva, quien señalaba que el uso de criptomonedas reducía la eficiencia de las políticas monetarias.

Además, la vicegoberndora puso como ejemplo a China, que en septiembre pasado incrementó su persecución de las criptomonedas con la prohibición absoluta de la minería y transacciones con estos activos, lo que afectó a la cotización del bitcoin y otras criptodivisas, y a sus mercados.

Por su parte, el Banco Central de la Federación Rusa está planeando el lanzamiento de su propio rublo digital, con lo que se uniría a la tendencia global de los bancos centrales de desarrollar divisas digitales para modernizar los sistemas financieros, permitiendo agilizar los pagos y hacer frente a la posible amenaza por parte de las criptomonedas.

Mientras lleva a cabo estas iniciativas contra las criptodivisas, el banco central ruso sigue apostando por el oro como una parte importante de sus reservas estratégicas. De hecho, ha vuelto a incrementar sus reservas de oro, con compras durante los meses de septiembre y octubre, después de haber dejado de comprar metal precioso en abril de 2020.

Según el último listado publicado por el Consejo Mundial del Oro, Rusia cuenta ahora mismo con unas reservas de 2.301,6 toneladas de metal, que representan el 21% de sus reservas estratégicas.

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