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El Banco Central Europeo mantiene los tipos bajos y esperará para retirar las ayudas

Christine Lagarde (centro) y Luis de Guindos (izqda.), durante la rueda de prensa del 28/10/21 en la sede del BCE

Como esperaba el mercado, el Banco Central Europeo mantuvo sin cambios su política monetaria tras la reunión celebrada este jueves, 28 de noviembre en su sede de Frankfurt. El BCE mantiene los tipos en sus actuales niveles históricamente bajos y esperará al mes de diciembre para decidir si comienza a desmantelar su programa de ayudas de emergencia. Unas medidas que favorecen al oro, que ha reaccionado moderadamente al alza.

El Banco Central Europeo ha decidido mantener su política monetaria sin cambios en la reunión del 28 de octubre, cumpliendo las previsiones de los analistas, y esperar hasta el mes de diciembre antes de tomar la decisión crucial de comenzar a desmantelar el programa de estímulos de emergencia y regresar a una política monetaria más convencional.

El organismo que preside Christine Lagarde (en la imagen, en su comparecencia tras la última reunión) va a continuar de momento con su plan de compra de bonos para mantener los costes de endeudamientos en niveles históricamente bajos y se ha comprometido a mantener bajos los tipos de interés durante los próximos años

Esta segunda medida está siendo cuestionada por algunos inversores, que dudan de la versión oficial del banco de que la actual subida de la inflación es una cuestión meramente temporal.

Desde el BCE llevan tiempo defendiendo que la actual subida de precios es pasajera y que la inflación subyacente es lo suficientemente débil como para que no se necesiten adoptar medidas especiales en los próximos años para combatirla.

Sin embargo, el rápido crecimiento de las expectativas de inflación hace que los inversores duden de la postura del BCE y apuesten por una subida de los tipos de interés hacia finales de 2022, abriendo una importante brecha entre los cálculos de la entidad y las expectativas del mercado.

En estos momentos, la inflación en los 19 países de la Eurozona se acercará al 4% el mes que viene e incluso si este crecimiento se debe solo a factores temporales como la subida del petróleo o los impuestos, se corre el riesgo de que esta inflación transitoria se enquiste si dura demasiado.

La decisión del BCE ha sido muy similar a las adoptadas por otros bancos centrales mundiales, como el Banco de Canadá, la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra.

En su próxima reunión, que se celebrará en el mes de diciembre, el BCE abordará la decisión de acabar con el programa de estímulos de emergencia adoptado durante la pandemia, aunque es probable que impulse algún tipo de programa de apoyo que recoja el testigo y continúe con la labor de mantener bajo control los costes de endeudamiento.

Esto significa que, al menos hasta diciembre, el BCE va a seguir comprando bonos a un ritmo “moderadamente” menor que en los dos trimestres anteriores y que mantendrá el tipo de interés de referencia a -0,50%.

El precio del oro se mantuvo sin grandes oscilaciones tras la decisión del BCE, que ya había sido descontada por los mercados, y sigue rozando los 1.800 dólares la onza.

Las perspectivas de prolongar aún el programa de emergencia del BCE y su negativa a aumentar de momento los tipos de interés son buenas noticias para el oro, ya que se ve favorecido en su faceta de activo refugio y protección frente a la inflación, al tiempo que se limita el potencial de subida de los rendimientos de los bonos del tesoro, un activo contra el que compite por el favor de los inversores.

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