En momentos de incertidumbre en los mercados, el oro es el rey. El actual entorno de bajos rendimientos de los bonos e inflación creciente es el adecuado para que el metal precioso ejerza su función de activo refugio y protección. Además, la caída de su precio hasta el entorno de los 1.600 dólares hace que sea el momento ideal para comenzar a invertir en oro.
En una entrevista publicada en el diario indio The Economic Times, el director de investigación de la división Asia-Pacífico de Julius Baer, Mark Matthews, señala que el metal precioso ejerció su función de activo refugio y protección frente a la inflación durante el pasado año 2020, en que se revalorizó un 24%.
Respecto a la situación actual, Matthews señaló que “con la pandemia bajo control en la mayoría de los países occidentales, parece que está desapareciendo el factor miedo que influyó en la actuación del oro durante el año pasado”.
Según el ejecutivo del banco suizo, “el oro es un activo muy difícil de valorar. ¿Cómo se le pone precio? Solo está ahí y no hace nada. Pero examinando la historia, la Humanidad ha apreciado el oro desde el principio. Tiene unas cualidades muy particulares que no tienen otros metales como el cobre o la plata”.
En cuanto a la evolución del precio, Matthews cree que la actual corrección tocará fondo en el entorno de los 1.600 dólares la onza, “y ése será un buen punto de entrada para empezar a comprar oro si aún no inviertes en él. La razón es que los bancos centrales del mundo siguen manteniendo políticas monetarias flexibles y los gobiernos de los países occidentales están poniendo en marcha importantes estímulos fiscales. El oro es un metal misterioso, pero ahora mismo es el momento de comprar”.
Uno de los factores que influyen en la caída del precio del oro es el aumento de los rendimientos de los bonos del tesoro, que es el principal activo con el que compite el metal precioso.
En el caso de los bonos del Tesoro estadounidense, desde Julius Baer estiman que sus rendimientos llegarán hasta el 1,7% a finales de año. “Creo que el 2% es la línea en la arena que trazó Janet Yellen en una entrevista en The New York Times el mes pasado, donde dijo que hay que analizar el coste de la deuda para decidir qué países están tomando prestado en exceso”, señala Matthews, quien cree que la Reserva Federal dejará que suban hasta el 2% antes de tomar posiciones.
Por último, Matthews se ha referido a la inflación, una de las principales preocupaciones de cara a la recuperación de la economía global y un factor que puede influir en la evolución del precio del oro. Según el director de investigación de Julius Baer, “nadie sabe lo que puede suceder, porque estamos en territorio desconocido. Lo que quiero decir es que, desde los tiempos de Ronald Reagan o Margaret Thatcher, cada vez que se ha producido una recesión, los gobiernos no han intervenido, sino que han confiado en los bancos centrales para que recorten los tipos de interés o impriman más dinero. Pero esta vez es diferente. El gobierno estadounidense, en particular, está probando numerosos estímulos fiscales, de una envergadura que no habíamos visto desde la presidencia de Lyndon B. Johnson, a finales de los años 60”.