The Royal Mint, la Casa de la Moneda británica con sede en Llantrisant (País de Gales) ha acuñado por primera vez en 2018 una versión en platino de su bullion más representativo: la Britannia.
Se trata de un paso más en su estrategia, iniciada el año pasado con la primera emisión de un bullion en platino: la moneda de una onza de la serie “Las Bestias de la Reina”, que representa al León de Inglaterra.
Ahora, en 2018, además de una nueva pieza de esta serie (el Grifo de Eduardo III) acuñada en platino, The Royal Mint emite por primera vez en este metal su Britannia. Una pieza que ya había sido acuñada también en plata.
En cuanto a sus características técnicas, la Britannia de platino 2018 tiene un valor facial de 100 libras esterlinas y está acuñada en platino de 999,5 milésimas, calidad bullion. Su peso es de 31,21 gramos y su diámetro, de 32,69 milímetros.
En el anverso aparece el retrato de la Reina Isabel II realizado para The Royal Mint por Jody Clark, cuyas iniciales aparecen en la base de la moneda. A su alrededor figura la leyenda “Isabel II, Reina por la Gracia de Dios y Defensora del Fe”, en inglés y latín, así como el valor facial de la moneda.
Como motivo de seguridad este bullion recoge la innovación realizada por los grabadores de la ceca inglesa, que ya apareció en la Britannia de Oro 2018, y que consiste en un fondo con un patrón de guilloché.
El reverso es el mismo del bullion Britannia 2018, un diseño realizado por Philip Nathan: una joven Britannia, en medio de un fuerte vendaval, luciendo un casco corintio y sujetando, en su mano derecho, un tridente, y en su mano izquierda, una rama de olivo y un escudo con la Union Jack.
A su alrededor aparece la leyenda “Britannia 2018 – 1 oz ‘999.5 Platinum”. El fondo incorpora un patrón radial en relieve, elemento de seguridad común al bullion Britannia de oro 2018. Britannia es, desde hace más de 2.000 años, la personificación del Reino Unido: un símbolo de fuerza y progreso.
Apuesta por el platino
Esta nueva emisión de bullion en platino es un nuevo fruto de la colaboración iniciada el año pasado entre The Royal Mint y el Consejo Mundial de Inversiones en Platino (WPIC, por sus siglas en inglés).
En palabras de Chris Howard, director de Bullion de The Royal Mint, “estamos encantados de anunciar la llegada de las nuevas monedas de platino a nuestro mundialmente reconocido catálogo de bullion. Se trata de un momento único en la historia del bullion Britannia de The Royal Mint y constituye una oportunidad fantástica para ampliar nuestra oferta a los inversores en bullion”.
La ceca británica se une así a otras grandes casas de la moneda mundiales, que desde hace algunos años ya ofrecen la versión en platino de sus bullion más conocidos, como los American Eagle de la United States Mint (desde 1997), la Filarmónica de la Münze Österreich (desde 2016) o el Canguro de The Perth Mint (desde 2013).
Nueva responsable de la ceca
The Royal Mint también está de actualidad en estos días por el nombramiento de Anne Jessopp como máxima responsable ejecutiva de la ceca. Se trata de la primera mujer que se hace cargo de la institución en sus más de 1.100 años de historia.
Una de sus primeras misiones, al frente de una ceca que acuña semanalmente más de 90 millones de monedas, será liderar la ceremonia anual denominada “The Trial of the Pyx”, que se celebra desde 1282 y en la que se verifica que las monedas que se acuñan tienen las medidas y pesos adecuadas, y contienen la cantidad correcta de metales preciosos.
Unas cuantas monedas elegidas al azar se depositan en un cofre (“pyx”) que el Deputy Master of the Mint (en este caso, la propia Anne Jessopp) entrega en febrero a un jurado independiente, formado por líderes del sector financiero y seis ensayadores de The Worshipful Company of Goldsmiths, que las examinan durante dos meses y emiten su veredicto en mayo.
En caso de que éste no sea satisfactorio, el Master of the Mint (cargo que ostenta el Chancellor of the Exchequer, el ministro de Finanzas británico), puede ser condenado a que le corten una mano. Esto ha sucedido hasta en 94 ocasiones desde 1282, aunque hace ya varios siglos que no sucede. Philip Hammond, actual canciller, puede dormir tranquilo.