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El cambio de política monetaria de la Fed será bueno a largo plazo para el oro

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal

Los analistas e inversores esperaban con impaciencia la reunión que celebró el pasado 20 de marzo la Reserva Federal estadounidense, en la que se iba a confirmar el cambio en la política monetaria dictada por la institución. La tibia reacción del oro tras la reunión ha decepcionado a muchos. Sin embargo, desde el Consejo Mundial del Oro recomiendan paciencia y confiar en la evolución del metal a largo plazo.

El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, confirmó en su intervención ante la prensa del pasado 20 de marzo, posterior a la reunión del organismo que preside, que en 2019 no se iban a volver a subir los tipos de interés. Una afirmación que suponía confirmar el cambio en la política monetaria que seguía este organismo en los últimos años.

Aunque el mercado ya había descontado esa posibilidad, lo cierto es que existía mucha expectación por cómo iba a reaccionar el precio del oro a esa noticia: muchos analistas e inversores esperaban una importante reacción al alza, que lo llevara por encima de sus actuales niveles de resistencia. Sin embargo, la tibia subida del precio acabó decepcionando a muchos.

Desde el Consejo Mundial del Oro, su jefe de estrategia de mercados, John Reade, recomienda a los inversores que tengan un poco más de paciencia: que ignoren la volatilidad a corto plazo y se concentren en el potencial a largo plazo del oro. En su informe posterior a la reunión de la Reserva Federal, Reade sugirió que este abrupto cambio en la política monetaria de la Fed debería impulsar los precios del oro hacia arriba durante los próximos 12 meses.

Para argumentar esta afirmación, desde el Consejo Mundial del Oro analizaron el comportamiento del precio del oro durante el final de los dos últimos ciclos de subidas de tipos de la Reserva Federal. Según esta investigación, en el mes siguiente a que la Fed decidiese congelar los tipos en 2001, el precio del oro cayó un 0,6%. En los tres meses siguientes, bajó un 3,4%. Pero en los 12 meses siguientes, el oro se apreció en un 3,6%.

En 2007, cuando la Fed dejó de subir los tipos, el precio del oro subió un 7% en el mes posterior, pero se elevó hasta un 20% en los 12 meses siguientes.

Según Reade, “creo que la clave está en que los inversores deberían mirar más allá de los 30 días y los 30 dólares siguientes. A largo plazo, la postura neutral de la Reserva Federal ha resultado positiva para el oro y no veo ninguna razón por la que hubiera de ser diferente en esta ocasión”.

Para el analista del Consejo Mundial del Oro, la razón por la que la decisión de la Fed es buena para el oro es la magnitud del cambio en su política monetaria. El hecho de que haya confirmado que no va a subir los tipos de interés en lo que queda de año supone que las previsiones de diciembre pasado, que auguraban dos subidas de tipos en 2019, no se van a cumplir.

Además, la Reserva Federal rebajó sus previsiones de crecimiento para 2019 y afirmó que prevé finalizar su plan de reducción del balance en septiembre próximo. A pesar de esta moderación de la política monetaria de la Fed, el dólar ha resistido y está en máximos de las últimas dos semanas.

Según Reade, pese a los factores externos, la creciente debilidad económica en Europa y la volatilidad de los mercados emergentes son elementos de soporte del dólar, es difícil que éste siga subiendo tras las decisiones de la Reserva Federal del 20 de marzo.

Por otro lado, la ralentización de la economía estadounidense debería reflejarse en el dólar y en los mercados de capitales, obligando a los inversores a buscar activos refugio alternativos como el oro.

“Si le preocupa la ralentización del crecimiento y ve los precios de las acciones, a lo mejor debería plantearse invertir parte de su cartera en oro, porque reacciona muy bien en momentos de recesión”, concluyó Reade.

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