A pesar de que el precio del oro ha sufrido una corrección en las últimas semanas que lo ha llevado a cotizar por debajo de los 1.900 dólares la onza, algunos expertos creen que el metal precioso aún tiene recorrido al alza durante este año, debido a la incertidumbre geopolítica.
Uno de estos expertos es Mark Bristow, CEO de la minera canadiense Barrick Gold, la segunda del mundo por volumen de producción. Bristow, que era el fundador y CEO de la compañía Randgold Resources, adquirida por Barrick en 2018, tiene una merecida fama en el mercado del oro de ser un hombre que habla claro y directo.
Según manifestó Bristow durante la presentación de resultados del primer trimestre de la minera, el precio del oro cerrará el año cerca de los 2.000 dólares la onza debido al clima de incertidumbre y a la situación preocupante de la economía global.
Para el CEO de la minera canadiense, “estamos abocados a una corrección muy significativa de los mercados en los países desarrollados. El dólar estadounidense se está utilizando como arma contra Europa del Este y se está produciendo una fragmentación de la globalización”.
Desde una perspectiva ligeramente catastrofista, Bristow afirmó que las condiciones que permitieron la estabilidad durante el pasado siglo ya no están presentes y añadió que nos adentramos en territorios desconocidos en todos los aspectos.
En las últimas semanas, el precio del oro ha experimentado una corrección significativa. En estos momentos, el precio spot es de 1.846,20 dólares la onza, mientras que el ‘fixing’ de la London Bullion Market Association cerró la sesión del 9 de mayo a 1.860,90 dólares.
El máximo anual registrado en 2022 ha sido de 2.070,42 dólares la onza, aunque la reciente subida de los rendimientos de los bonos ha ofrecido a los inversores que buscan activos refugio una nueva opción para diversificar sus apuestas.
Además, el mayor productor y consumidor mundial de oro, China, está registrando un aumento de los contagios de covid-19 que han llevado a las autoridades a decretar nuevas medidas de confinamiento. Los expertos creen que esto podría afectar al consumo de metal físico.
Otro de los factores que puede jugar en contra del oro es el dólar, cuya apreciación en el Índice Dólar (que lo compara con el euro, el franco suizo, la libra esterlina, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense) ha subido hasta niveles que no alcanzaba desde comienzos de 2017.