El Gobierno estadounidense lleva en situación de cierre parcial desde el pasado 22 de diciembre de 2018, el más largo hasta el momento en la historia de los Estados Unidos. Esta situación está afectando a la economía del país y puede repercutir de forma positiva en el precio del oro.
El cierre gubernamental se produjo ante el rechazo, por parte de la Cámara de Representantes (ahora en manos de los demócratas) de la financiación requerida por la administración Trump para la construcción del muro fronterizo con México. La negativa a incluir esta partida de 5.000 millones de dólares en los presupuestos de 2019 ha propiciado que el Gobierno se vea obligado a clausurar temporalmente, por falta de financiación, una serie de programas federales y agencias gubernamentales cuya labor no se considera de primera necesidad, como la NASA, la IRS (Servicio de Impuestos Internos), los departamentos de Comercio, Educación y Trabajo, o la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos).
Como explica Arkadiusz Sieron, en un post publicado en GoldSeek, no es una situación nueva, sino que ya se produjo en enero de 2018 durante tres días; en 2013, durante 16 días; y entre 1995 y 1996, durante 21 días. La novedad es que éste es el cierre gubernamental más prolongado de la historia del país.
El cierre afecta a nueve departamentos ejecutivos, a la cuarta parte de las actividades del Gobierno y a un total de 800.000 funcionarios. De ellos, casi a la mitad se les ha enviado a casa, con una licencia temporal (no retribuida) mientras que la otra mitad sigue en sus puestos de trabajo, pero no cobran.
Las repercusiones económicas del mismo son importantes, ya que el gasto gubernamental es un componente del PIB, por lo que un cierre prolongado va a suponer una ralentización del crecimiento. En el cuarto trimestre de 2013, por ejemplo, el PIB se redujo un 0,4%. Y teniendo en cuenta el cierre actual, desde JPMorgan ya han rebajado las expectativas de crecimiento económico en un cuarto de punto, dejándolo en apenas un 2%.
Se calcula que el cierre podría costar alrededor de 1.200 millones de dólares semanales, con lo que la factura ya se acerca a los 5.000 millones, curiosamente la misma cifra que solicitaba la administración Trump para financiar el muro con México.
Según Sieron, esta ralentización del crecimiento económico puede ser un factor que juegue a favor del oro, aunque en el tiempo que llevamos de cierre no se haya registrado una subida importante en el precio del metal.
El analista explica que no existe una correlación directa entre el tiempo de cierre gubernamental y la subida del precio del oro. Por ejemplo, durante el cierre de 2013, el oro no reaccionó al alza. Y en enero de 2018, su precio cayó entre los días 20 y 23 de enero y solo remontó cuando se reanudó la actividad.
En opinión de Arkadiusz Sieron, “en realidad, esta falta de reacción del oro es comprensible, ya que, a pesar del cierre, el Gobierno sigue proporcionando los servicios esenciales. Y en un momento u otro, se alcanzará un acuerdo que permita reanudar las actividades, como ha sucedido en anteriores ocasiones”.
De momento, la reacción del precio del oro va a ser moderada a corto plazo. Otra cosa sería que el enfrentamiento entre la administración Trump y la Cámara de Representantes continuase aún durante más tiempo y el cierre se prolongara.
En ese caso, la ralentización del crecimiento económico estadounidense sería mayor y, previsiblemente, el efecto en el precio del oro sería también mayor.
Hay que tener en cuenta, también, que esta fuente de inestabilidad se añade a otras situaciones internacionales, como el fracaso en la aprobación del acuerdo del Brexit, que están contribuyendo a crear un ambiente entre los inversores favorable a activos que tradicionalmente actúan como refugio, como el oro.