Desde mediados del pasado mes de marzo, el precio del oro se ha visto presionado a la baja, justo cuando estaba a punto de alcanzar de nuevo su máximo histórico. Desde ese momento, ha perdido alrededor de 200 dólares la onza, encontrando el soporte en torno a los 1.800 dólares.
Ante esta reacción a la baja del metal precioso, el Consejo Mundial del Oro ha cogido el toro por los cuernos y ha ofrecido explicaciones y argumentos para tranquilizar a los inversores y resolver sus dudas.
Dos han sido las principales preguntas recibidas por este organismo internacional. La primera se refiere a por qué el oro no se ha revalorizado, teniendo en cuenta que tanto las acciones como los bonos han caído.
Según los analistas del Consejo, el oro sigue siendo uno de los activos más rentables en lo que llevamos de año, especialmente para los inversores de fuera de los Estados Unidos, que manejan divisas diferentes al dólar. Su rendimiento ha sido mejor de lo esperado en términos de tipos de interés reales (descontando la inflación) y del dólar.
“Además, comparándolo con la revalorización de los distintos activos durante los últimos tres años, el oro ha sido capaz de proteger el capital de los inversores y ha actuado como una fuente de liquidez”, aseguran.
La revalorización del metal precioso ha sido muy destacable en divisas diferentes al dólar: entre el 2 y el 17%.
Por otro lado, los analistas del Consejo Mundial han querido desmentir dos tópicos sobre el metal: que la correlación del oro con el dólar no siempre es negativa (de hecho, durante los últimos meses ha llegado incluso a ser positiva); y que la subida de los tipos de interés puede provocar que el oro resulte menos atractivo para los inversores, ya que aumenta el coste de oportunidad de invertir en el metal.
“Ninguna de estas dos afirmaciones parecen verdaderas en este momento: las expectativas de crecimiento económico están cayendo y el coste de oportunidad, contemplado en términos de tipos reales, sigue estando en niveles históricamente bajos”, explican.
La segunda de las preguntas más frecuentes que los inversores en oro dirigen al Consejo Mundial se refiere a las subidas de los tipos de interés y sus posibilidades de afectar al oro como activo refugio.
Como recuerdan desde el WGC, en su última reunión del pasado 4 de mayo, la Reserva Federal estadounidense elevó los tipos de interés en un 0,5% y aseguró que las futuras subidas serían de esa misma cuantía. Así, aunque los tipos vayan a seguir subiendo, el ritmo de subida sería más lento de lo esperado.
Dado el actual índice de inflación (en máximos de casi medio siglo), es probable que los tipos de interés reales (tipos nominales menos inflación) sigan en territorio negativo durante bastante tiempo.
El análisis de la revalorización del oro durante diferentes escenarios de estos tipos reales en los Estados Unidos demuestra que el oro sube cuando los tipos de interés reales son negativos y no se ve afectado cuando los tipos se sitúan entre el 0 y el 4%.
Además, el oro tiene la capacidad de reducir el riesgo en la cartera de inversión durante los periodos en los que los tipos de interés reales son moderados, ya que se beneficia de una menor volatilidad y correlación con las acciones en periodos de tipos negativos.
“Tanto la Fed como el resto de bancos centrales están tratando de controlar la inflación. Si la economía estuviera prosperando, la perspectiva de una subida de los tipos afectaría al oro. Pero el riesgo de estanflación sube cada vez más, lo que, en nuestra opinión, constituye un argumento favorable al oro”, concluyen.