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El Covid-19 despierta el pánico: ¿se avecina el día del juicio final? No, si tenemos papel higiénico

Parece que estamos entrando en el tipo de escenario del que los telepredicadores del día del juicio han estado advirtiendo durante años. La pandemia que nació en China a finales de 2019 está propagando la muerte y el pánico por todo el mundo. Los mercados bursátiles se están derrumbando. Los estantes de los supermercados se están vaciando, y el oro, que había alcanzado cotas inigualables desde hacía años, se ve machacado por los bancos centrales y la Fed en defensa de las divisas internacionales, con el dólar a la cabeza. Mientras tanto, parece que el refugio estará en el papel higiénico…

¿Cuánto tiempo pasará antes de que la economía se detenga por completo? ¿Cuánto tiempo pasará antes de que el sistema financiero fuertemente apalancado simplemente se congele? Son preguntas que se hacen muchos analistas, con el presidente de Money Metals Exchange Stefan Gleason a la cabeza.

Los recortes de tasas de emergencia por parte de la Reserva Federal no necesariamente mantendrán abiertos a los bancos. Los bancos centrales no necesariamente mantendrán las tiendas de comestibles abastecidas con alimentos. Y no necesariamente lo ayudarán a usted y a su familia a sobrevivir a la crisis actual.

No sabemos si lo peor ha quedado atrás o aún está por venir.

El punto de preparación no es tratar de predecir cuándo llegará una crisis o cuánto durará. El punto es estar siempre listo para el peor de los casos.

No formar parte entre los que están alineados fuera de una gran tienda de cajas con la esperanza de abrirse camino hasta los últimos inventarios restantes de papel higiénico.

Ahora se producen frenéticos, a veces duros, combates por acaparar los rollos del delicado papel en muchas partes del mundo a medida que se produce la compra del pánico.

Como explica  el economista Alfredo R. Paloyo: “Esta compra de pánico es el resultado del miedo a perderse. Es un fenómeno de comportamiento del consumidor similar a lo que sucede cuando hay una huida bancaria, que ocurre cuando los depositantes de un banco retiran efectivo porque creen que podría colapsarse. Lo que estamos viendo ahora es una huida con papel higiénico«.

Si el pánico social se extiende y se intensifica, las huidas bancarias y los cierres serán una consecuencia probable. Está impulsado por la misma psicología de masas que ahora está limpiando los estantes de las tiendas.

En nuestra era digital en línea, pocas personas tienen un plan de respaldo para cuando falla el sistema financiero. Los euros que, probablemente, tenga en casa no le llevarán lejos, ni durarán mucho.

Del mismo modo que debe tener reservas de emergencia de artículos de uso doméstico (botellas de agua, alimentos no perecederos, medicamentos necesarios, toallitas desinfectantes, máscaras quirúrgicas, botiquines de primeros auxilios, baterías, y, sí, papel higiénico), también necesita reservas de efectivo en caso de emergencia o su cambio en valores seguros, como el oro o la plata.

Guarde unos cientos de euros en billetes de 20 (ya que son los más aceptados) en algún lugar seguro de su hogar. Por supuesto, el efectivo en papel es una reserva de valor pobre a largo plazo. Y algún día incluso puede ser abolido y reemplazado con dinero digital.

Pero el oro, en lingotes pequeños, es un valor seguro no que cede con el paso del tiempo. Ese será siempre dinero real, auténtico cash admitido por todos en cualquier lugar y momento.

Y si, además, podemos tener plata, mejor que mejor. El metal argénteo, monedas o lingotes, es mucho más asequible y con solidez más sanitaria

Está clínicamente comprobado que los virus y las bacterias son naturalmente repelidos por la plata. De hecho, las propiedades antimicrobianas de la plata son tan impresionantes que muchos hospitales utilizan materiales derivados de la plata que ayudan a inhibir la propagación de la infección.

Y si además de oro o/y plata tenemos papel higiénico, la salvación está asegurada. Ya se sabe que “aquello que escasea aumenta considerablemente su valor”. Ese es el caso actual del papel íntimo o, si lo prefieren, papel confort.

El papel de baño ha sido uno de los artículos más demandados tras las noticias de que había llegado el coronavirus a tal o cuál país. Primero en China, luego Corea del Sur, Japón, Italia, España…, los rollos inventados en 1890 por los estadounidenses hermanos Scott desaparecían de tiendas y supermercados más que el agua mineral o el pan. Posiblemente por la creencia de que el virus podría traer graves consecuencias gastrointestinales o por la seguridad de que cada rollo pudiera ser la salvación económica futura en un mundo de trueques económicos…

Yo, por si acaso, prefiero lingotitos de oro y monedas de plata para el trueque. Para otras finalidades, en caso de necesidad y carencias, siguen vigentes las guías telefónicas…

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