El London Metal Exchange (LME) tendrá que mantener cerrada durante al menos seis meses más su sala física de negociación, debido a que no se cumplen las condiciones sanitarias adecuadas para reabrirla sin riesgo de contagio del Covid-19. El histórico recinto, que lleva funcionando 143 años y es la única sala física de negociación de metales que queda en Europa, podría verse abocada al cierre definitivo. Los críticos con esta medida acusan a la actual dirección de querer sustituir la actividad física de trading por el mecanismo electrónica alternativo con el que viene funcionando los últimos meses.
La icónica sala de negociación de la London Metal Exchange, con su sofá circular tapizado en rojo, podría tener sus días contados, después de 143 años de actividad. Las restricciones impuestas para contener la pandemia de Covid-19 obligaron a cerrarla el pasado mes de marzo y sustituir su actividad por la negociación electrónica.
El cierre, en principio, era temporal, hasta que se pudiesen garantizar las condiciones adecuadas para evitar cualquier posibilidad de contagio entre los traders.
En estos días se ha sabido que el cierre se va a prorrogar durante otros seis meses, ya que no se cumplen estas condiciones, lo que hace temer a muchos que ha llegado el fin de la negociación física de metales.
Desde el siglo XIX, los traders de la London Metal Exchange gritaban sus órdenes de compra y venta de metales (metales industriales no ferrosos y metales preciosos), desde los sofás circulares tapizados en rojo.
Sin embargo, la cercanía física entre ellos y la imposibilidad de comunicar de forma verbal las órdenes llevando mascarillas, obligaron a la LME a cerrar la sala el pasado mes de marzo, en principio por un plazo de seis meses, en función de la evolución de la pandemia.
La propia LME había fijado tres condiciones para la reapertura de la sala: el fin o el relajamiento de la aplicación de la norma de la distancia social en el Reino Unido; la aparición de una vacuna disponible para toda la población; o la aplicación de cualquier solución tecnológica aún desconocida que permita reanudar la actividad de trading con total seguridad.
Sin embargo, al no cumplirse estas tres condiciones, la sala se mantendrá cerrada. Según un portavoz de la LME, “dado que las medidas de distanciamiento social obligadas por el Cpvid-19 se van a mantener durante al menos seis meses, la LME ha creado un grupo de trabajo, formado por representantes de los comités de usuarios, para elaborar un plan y prepararse para una prolongada suspensión del Círculo de trading”.
En un seminario virtual celebrado en estos días, el CEO de la LME, Matthew Chamberlain, rechazó las acusaciones de que la organización estuviera tratando de cerrar la sala de forma permanente para sustituir su actividad por la negociación electrónica y aseguró que estaban promoviendo esta fórmula para mantener la actividad durante la pandemia: “entiendo que nos puedan estar acusando de intentar ‘electrificar’ el mercado o incluso cerrar la actividad de la sala. Pero debemos reconocer que hoy por hoy es imposible cumplir cualquiera de las tres condiciones impuestas para su reapertura. Si nos vamos a ver privados de la negociación presencial durante un largo periodo de tiempo y el mercado tiene que funcionar de manera electrónica, debemos hacer todo lo que podamos para que este proceso sea aún más eficiente”.
El cierre obligado por el coronavirus ha sido el primero que ha sufrido la sala de negociación de la LME desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque se ha establecido un sistema electrónico para mantener la actividad, algunos miembros se han resistido al cambio total al funcionamiento digital.