El precio del paladio está muy cerca de alcanzar su máximo histórico, ante la amenaza de un déficit de suministro de un metal muy demandado por la industria automovilística para reducir las emisiones nocivas de los motores de gasolina.
El precio del paladio registraba los 1.096,56 dólares la onza el pasado 5 de enero, quedándose muy cerca de su máximo histórico, los 1.125 dólares la onza que llegó a alcanzar en el año 2001.
Como señaló la estratega de ABN Amro, Georgette Boele, a Bloomberg, “el precio del paladio ha seguido subiendo, impulsado por los buenos resultados del año pasado, mientras los inversores anticipan que 2018 será otro gran año para este metal”.
El precio del paladio se incrementó un 56% durante el pasado año 2017, lo que lo convirtió en una de las commodities con una mejor actuación. Los inversores especulan con que se produzca un déficit de suministro, provocado por la creciente demanda de metal por parte de la industria del automóvil, en especial en China, país en el que los vehículos de gasolina tienen mayor cuota de mercado que el diésel, que es prácticamente testimonial.
Un déficit de suministro que, desde Citigroup, estiman en alrededor de 835.000 onzas (23,6 Tm) para el conjunto de 2018. En su informe del pasado mes de diciembre, el banco estadounidense avanzó que el consumo de paladio por parte de la industria del automóvil continuará creciendo este año y superará la barrera de los ocho millones de onzas (226,8 Tm), aunque el metal procedente del reciclaje de catalizadores puede amenazar con reducir la demanda.
En cuanto a la demanda procedente del otro gran mercado mundial, los Estados Unidos, los analistas señalan que las ventas de 2017 se elevaron a 17,3 millones de vehículos, lo que supone el primer descenso interanual en ocho años. Una reducción atribuida a la debilidad en las ventas del segmento de berlinas.
El consenso entre los analistas apunta a que en 2018 se producirá una nueva caída en las ventas de vehículos en EUU, debido a que la subida de tipos de interés y el aumento del mercado de segunda mano frenará la adquisición de nuevos vehículos.
En Alemania, en cambio, las ventas se incrementaron, aunque la proporción de vehículos diésel (en cuyos catalizadores se utiliza más platino que paladio) es significativamente menor.
