Las monedas de oro de inversión o bullion no están exentas del riesgo de ser falsificadas, aunque en menor medida que los lingotes, debido a las características derivadas de su diseño. No es raro encontrar bullion falsos, aunque pocas veces han aparecido falsificaciones tan burdas como la que ha sido detectada en Rochester, Nueva York.
Según informa el digital Business Insider South Africa, agentes del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos se han incautado en sus instalaciones de Rochester (Nueva York) de un total de 119 krugerrand sudafricanos de una onza de oro, con fecha 1972, que habían sido enviados a los Estados Unidos.
Se trataba de krugerrand falsos que, de haberse vendido al precio de los auténticos, estarían valorados en más de 215.00 dólares.
La Información facilitada por el Departamento de Aduanas estadounidense apunta que el cargamento de supuestas monedas de oro se detectó el pasado 5 de abril. Las monedas estaban envueltas en envases individuales de plástico y guardadas en una caja de cartón, como se puede apreciar en la imagen facilitada por este departamento del Gobierno de EEUU.
La caja estaba metida en una bolsa de envíos en la que no se indicaban pistas sobre su contenido. Una posterior investigación reveló que se trataba de burdas falsificaciones, fabricadas con un metal de muy baja calidad y que no tenían el peso que se les supone a las monedas de oro. Las monedas fueron incautadas el 12 de abril por los agentes de Aduanas.
Como señala el digital sudafricano, los krugerrand son una forma habitual de adquirir oro a pequeña escala, por lo que no es extraño encontrar falsificaciones. Sin embargo, raras veces se han detectado monedas de este tipo falsas con la calidad suficiente como para poder pasar por auténticas.
En alguna ocasión se han detectado falsificaciones de estas monedas realizadas con el mismo sistema con el que se fabrican lingotes falsos: con un centro de tungsteno, un metal con una densidad muy similar a la del oro, revestido de una fina capa de oro, que podría engañar a personas poco familiarizadas con estas piezas.
En cualquier caso, noticias como ésta hacen necesario repetir las recomendaciones más básicas para evitar ser víctima de una estafa, como adquirir las piezas en un comercio de confianza, desconfiar de piezas que se venden por debajo de su precio de mercado y comprobar el peso y las medidas de la pieza, acudiendo si es necesario a un profesional para asesorarse.