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El futuro del oro depende del fracaso de las negociaciones entre China y Estados Unidos

Guerra comercial entre China y Estados Unidos

El crecimiento del precio del oro hasta superar los niveles alcanzados en las últimas semanas va a requerir de nuevos acontecimientos geopolíticos internacionales que ejerzan como catalizadores, en especial la continuación del enfrentamiento comercial entre China y los Estados Unidos, y el recrudecimiento de las protestas en Hong Kong con la consiguiente intervención por parte de China.

Un reciente informe publicado por la organización de servicios financieros INTL FCStone asegura que es improbable que el precio del oro vuelva a alcanzar los niveles máximos en varios años que ha registrado durante este verano, a no ser que se produzca un fracaso en las negociaciones comerciales entre China y los Estados Unidos, o se produzca un recrudecimiento de las protestas civiles en Hong Kong que conduzca a una intervención por parte de China.

Según el informe del analista de la compañía Edward Meir, después de los máximos alcanzados durante el pasado mes de agosto, durante el otoño se va a registrar un periodo de consolidación y de escasos movimientos en el precio del oro. En su opinión, el precio se va a mover en una horquilla de entre 1.460 y 1.566 dólares la onza durante un periodo de tiempo en que los movimientos van a ser más contenidos.

El informe, sin embargo, no da por concluido el rally en el precio del metal, debido a la presencia de factores como los futuros recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, la incertidumbre que rodea a las negociaciones comerciales entre China y los Estados Unidos, y la inestabilidad civil en Hong Kong.

En opinión de Meir, “de cara a septiembre, con la Fed dispuesta a llevar a cabo un nuevo recorte de los tipos de interés, además de la incertidumbre en torno a la próxima ronda de conversaciones en materia comercial entre China y Estados Unidos, no creemos que el rally del oro haya concluido todavía”.

Precisamente, el catalizador que puede conducir a que el oro supere el reciente máximo de seis años alcanzado en agosto, los 1.566 dólares la onza, tendrá que venir del fracaso de las negociaciones entre Estados Unidos y China, o de la intervención de este país ante las protestas civiles en Hong Kong.

Los analistas estarán muy pendientes de la evolución de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, aunque no se espera que las conversaciones que se desarrollarán durante este otoño vayan a ofrecer ningún resultado.

Según Meir, “si nos guiamos por las anteriores 13 rondas de negociaciones, las conversaciones del próximo mes de octubre no van a ofrecer resultados significativos. Los mercados esperarán a ver si los dos bandos abandonan la mesa enfadados o acceden a continuar negociando”.

Quizá el factor que más pueda contribuir a la subida del precio del oro es que se mezcle la inestabilidad civil en Hong Kong con las negociaciones en torno al acuerdo comercial. Pese a que la semana pasada la Jefa Ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, retiró el controvertido proyecto de ley de extradición que originó las manifestaciones, la oposición política no se ha dado por satisfecha y está reivindicando mayores reformas.

A ello se añade la probable bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal estadounidense durante las próximas semanas, que provocará una reacción en cadena por parte de los bancos centrales de los países emergentes.

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