La organización secreta que controla los fondos reservados y las divisas del régimen de Kim Jong Un quiere sacar partido de la subida del precio del oro y aumentar la producción de metal en las minas de Corea del Norte. Para ello, no han dudado en desviar la escasa energía eléctrica con que cuenta el país a las instalaciones destinadas a la producción de oro.
Según una información exclusiva difundida por Radio Free Asia, Corea del Norte está buscando fórmulas para aumentar su producción de oro y aprovechar la subida del precio del metal para recaudar fondos.
El problema es que las sanciones de la ONU a que está sometido el régimen de Kim Jong Un le impiden exportar el oro producido en su territorio, para evitar que pueda servir para financiar sus programas nuclear y de misiles.
La situación actual del mercado del oro, cuyo precio ronda los 2.000 dólares la onza, ha provocado que la llamada Oficina 39 (una organización secreta que controla los fondos reservados de Corea del Norte) haya promovido el aumento de la producción de oro.
Según ha señalado un funcionario anónimo a Radio Free Asia, “el Partido central ha ordenado el suministro prioritario de energía eléctrica a las instalaciones destinadas a la producción de oro”.
El Comité Central Oficina 39 del Partido de los Trabajadores de Corea es la organización encargada de procurar fondos reservados al régimen de Kim Jong Un, y fue establecido a finales de los años 70 del siglo XX por el abuelo de éste, Kim Il Sung.
La oficina cuenta con departamentos en cada provincia, que se encargan de la producción y exportación de oro y plata, con el objetivo de procurar fondos para el Partido.
La fuente anónima de Radio Free Asia apunta también que “la planta de producción de oro situada en el departamento de Kumgang, en la provincia de Pyongan del Norte, donde trabajo, ha contado con un suministro de electricidad durante más de 12 horas diarias durante todo este año”.
Según confirma este funcionario, las plantas de producción de oro del departamento de Kumgang se encuentran en los condados de Unsan y Chonma, donde existen minas de las que se extrae oro de gran pureza. Se trata de la región occidental del país, que limita con China.
Corea del Norte se encuentra en una situación crítica en cuanto a recursos, por lo que el Gobierno se ve obligado a racionar la energía eléctrica, lo que provoca frecuentes apagones en las zonas residenciales. Según algunos refugiados que han huido del país, estos apagones a veces duran meses.
La Oficina 39 está aumentando el suministro eléctrico destinado a las minas con el objetivo de recuperarse de las pérdidas: “el año pasado, la producción de oro se redujo debido a que solo se suministraba electricidad a las plantas durante una o dos horas diarias y a veces no había en todo el día. Pero este año, la producción ha aumentado ligeramente gracias a que hay un suministro normal de electricidad”.
Además de la electricidad, también existen problemas de suministro de carbón, por lo que el Partido ha ordenado al Complejo Minero del Carbón del Área de Kaechon que produzca carbón rico en calorías y lo suministre directamente a las instalaciones de producción de oro, desde primeros de junio.
Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos del Partido en aumentar la producción de oro, no todas las plantas de producción de metal de la región están recibiendo el suministro eléctrico que necesitan.
En concreto, las plantas controladas por el Ministerio de las Fuerzas Armadas, por el departamento de seguridad local y por el Ministerio de Seguridad Pública no cuentan con los mismos suministros eléctricos y de carbón que las controladas por la Oficina 39.
La situación financiera de Corea del Norte se ha agravado a consecuencia de la pandemia de Covid-19, que ha agotado los fondos de financiación del Partido, procedentes de sus relaciones comerciales con China.
Un informe de la compañía surcoreana Korean Resources Corporation estima que las reservas de oro de Corea del Norte podrían ascender a unas 2.000 toneladas, lo que lo situarían como el sexto país del mundo con mayores reservas, por detrás de Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y Rusia, y por delante de China.